El puesto sagrado Justino Compeán puede considerarse un suertudo por la creación de la Liga MX a mediados de 2012 y su separación de la Federación Mexicana de Futbol.
Y es que al estar sólo al frente de las Selecciones Mexicanas y ya no de los clubes, como ocurría desde 2006, el presidente de la FMF se ha salvado de que lo cuestionen sobre: 1. Los filtros de la FMF para comprobar la calidad moral de los agremiados a la Liga MX.
2. Los adeudos a los jugadores de Jaguares de Chiapas, quienes incluso tuvieron ya una mini-rebelión.
3. La captura del narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, ligado al lavado de dinero en equipos como Querétaro, Irapuato y Celaya.
4. La investigación en curso sobre Amado Yáñez, dueño de los Gallos Blancos, por presunto lavado de dinero en su empresa Oceanografía.
5. Los adeudos a los jugadores del Querétaro y Delfines del Carmen.
6. La compra del Atlas por parte de TV Azteca que no respetó los reglamentos de la ahora llamada Liga MX.
Justino ha estado en varios eventos públicos e incluso ayer llegó con el Tri al aeropuerto capitalino, pero no ha dado una opinión y en otras ocasiones se ha justificado al son de que esa es competencia de Decio de María, quien para eso de no dar una postura dribla la polémica casi como Neymar a sus rivales.
Un pequeño precio... La Selección Mexicana quizá pagó sin querer un poco del excesivo nerviosismo que se vive en los aeropuertos de Estados Unidos.
Y es que los integrantes del Tricolor y otros pasajeros se aventaron un viajesote de regreso de Atlanta a la Ciudad de México ya que de las tres horas y media que tenían programadas originalmente al final le agregaron un par de horas más por un pequeñísimo inconveniente.
Resulta que ya cuando todos estaban sentados y a segundos de partir, la tripulación comenzó a buscar minuciosamente una maleta que no debía ir en ese vuelo, con tal detalle que transcurrieron dos horitas hasta que encontraron el dichoso objeto.
Dicen que poco antes de ese suceso la tripulación pidió que se reportara con ellos el pasajero Rafael Márquez Álvarez, quien se fue en otro avión con el resto de los integrantes del León.
Quién sabe si la maleta que se coló era de Rafa o el jugador cambió su itinerario de último momento, lo cierto es que mientras son peras o son manzanas por ahí no faltó alguien adentro del avión que le dio la razón a Cuauhtémoc Blanco a la hora de expresar su opinión sobre el capitán de la Selección Mexicana.
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