Duendes es una carrera con un trabajo que se realiza prácticamente todo el año, porque las personas que están involucradas no paran. Terminan la edición 14 y ya están viendo la 15.

Tiene un sello muy particular. El trabajo que hacen con los colegios es muy importante. Hay niños que empezaron a correr la primera edición de 5K acompañados por sus papás y ahorita están corriendo solos el 10K.

Pero es altamente recomendable en todos los aspectos, no sólo competitivo.

Es un modelo a seguir, hay carreras que están tomando como punto de referencia a los Duendes y me gustó que desde el año pasado incluyeron la categoría de 75 años y mayores.

También me gusta esta carrera por la aportación que hace a dos instituciones que son Casa Simón de Betania y Amanec con lo recaudado de las inscripciones.

Además, año con año le pone algo nuevo. No es un evento que se haya repetido 14 veces igual, sino que cada año es diferente, con temáticas variadas, y se ha ido haciendo de un sello especial en cada edición.

El evento en sí junta el deporte, el arte y el estudio, pues en pasadas ediciones los niños hacían pinturas en el piso y las playeras eran también diseñadas por menores.

La carrera es una convivencia de identificación de este club con la comunidad corredora de Nuevo León.

 
El autor ha participado en todas las carreras de Duendes y tiene 34 años en el mundo del trote.