Arrancó la ronda de Octavos de la Champions y con ella el señalamiento contra los árbitros, un recurso que se va haciendo costumbre en el torneo más importante de clubes.
El campeón Bayern Munich y el Barcelona sortearon, con igual marcador, su visita a los estadios ingleses.
Ambas escuadras vieron la luz abriendo la puerta del penalti. Aunque los alemanes lo desaprovecharon en el marcador, en los dos casos significó un hombre menos para los equipos locales.
El entrenador del Manchester City, Manuel Pellegrini, arriesga una sanción de la UEFA al lanzar una crítica casi racista contra el juez Jonas Eriksson. Fundamentó su discrepancia en el penalti que lo dejó con 10, y con un gol en contra, en que el árbitro no estaba capacitado porque era sueco y allí no hay nivel competitivo. ¿Qué tendrán que decir los entrenadores mundialistas cuando les toque un juez de un país menos conocido que Suecia?
El director técnico del Arsenal, más indirectamente, también mencionó el origen del colegiado y dijo que la expulsión de su portero Wojciech Szczesny era demasiado castigo, teniendo en cuenta que les había marcado penalti. "Esa regla es diferente en cada país. En Italia te echan por estas faltas. Desafortunadamente eso cambió el partido, lo mató".
La observación de Arsene Wenger coincide con los reclamos a la FIFA para que cuando se marque penal no se expulse al jugador que evita el gol con la falta.
Sin embargo, dos de los tres penaltis sancionados en ambos partidos no terminaron en gol lo que da argumentos a los más duros de que sólo el penalti no es suficiente castigo.
Jugar en inferioridad siempre ha sido una pesadilla para cualquier equipo, ¡más contra el Barsa o el Bayern de Guardiola!
Además, lo prueba la estadística, para los equipos ingleses siempre ha sido imposible en las Fases Finales de la Champions remontar resultados con un hombre menos. Se han visto en esa ocasión 10 veces desde 2010. Solamente el Manchester United pudo mantener la victoria ese año ante el Milán y el Chelsea logró un empate, en 2012, ante el Barsa en el Camp Nou.
Tal vez el estilo del arbitraje de la Premier League, que deja correr la jugada y permite más el choque físico, mantenga a los jugadores en otra escala del riesgo a ser expulsado. No en vano, en 258 partidos de esta temporada solamente ha habido 35 tarjetas rojas. Es decir, que la probabilidad de finalizar con el equipo completo es del 93 por ciento.
Algunos no se aguantaron y llamaron malos perdedores a Pellegrini y Wenger porque uno cuenta con la chequera de los árabes y el otro lleva casi 20 años con los "Gunners" preparando el asalto a la Champions.
La semana que viene juega el Chelsea. ¿Se sumará Mourinho?
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