Se debe de entender que durante el torneo todos los partidos son importantes para los equipos, sin embargo, durante el desarrollo de dicho certamen se dan confrontaciones que adquieren cierta relevancia, y como tal, las designaciones arbitrales deben ser acordes a ellas.
Así vemos que para esta octava jornada al partido que se ha vuelto un Clásico, América-Pumas, mandan al mundialista Marco Antonio Rodríguez, quien acaba de regresar de un curso en Islas Canarias. Esperamos que con esa inercia su motivación se mantenga alta, por lo tanto, que lo haga bien y no vaya a salir de "innovador".
Para otro juego de cierto grado de dificultad porque están involucrados en la disputa del descenso, Atlante-Puebla, designan al árbitro que lleva más designaciones seguidas (siete), Roberto García, y que está atravesando por buen momento. Por cierto, "pararon" a los otros dos silbantes que llevaban seis seguidos, César Arturo Ramos y Luis Enrique Santander. El primero, ¿por la patada a Alfredo Talavera y la actitud de Ángel Reyna en Veracruz-Toluca no usando la tarjeta adecuada? Y el segundo, ¿por no sancionar el penal de Sergio Pérez a Enner Valencia en Pachuca-Atlante? Entonces, ¿por qué repiten a Miguel Ángel Chacón, quien no sancionó los dos penales a Guido Pizarro en Chiapas-Tigres? No hay congruencia en los parámetros.
Otra acertada designación es la de Fernando Guerrero, para Atlas-Monterrey, por la difícil situación de ambos. Y no podemos dejar de festejar la rehabilitación de Francisco Chacón, pues hacen falta este tipo de árbitros confiables.
@BoniNunez |