Al continuar hoy la Jornada 7 sólo podemos esperar que se eleve el nivel del espectáculo futbolístico ofrecido en lo que va del torneo.
Para elevarlo, muchos equipos y jugadores necesitan revisar principios elementales del juego y respetar la esencia del mismo, jugar divirtiéndose y divertirse jugando.
Entender que cualquier formación es sólo el punto de partida para desarrollar el apropiado sistema de juego.
Saber funcionar en bloque, pero también "como acordeón"; cerrando los espacios al defender, pero ampliándolos al atacar, con el cabal aprovechamiento de toda la cancha y de los variados recursos ofensivos que el futbol ofrece.
Jugar de acuerdo a la zona del campo que se pisa, con seguridad atrás, con solvencia enmedio y con imaginación y dominio de los cambios de ritmo adelante. Defender y atacar encontrando el necesario equilibrio en el funcionamiento, pero a partir de ese equilibrio buscar tornarse más ofensivo y no solamente fortalecerse en zona defensiva.
Imponer superioridad numérica cerca de la pelota haciendo que más compañeros vayan hacia ella... o que ella vaya hacia donde ellos ya están.
A partir de la eficiencia y el orden colectivos, en zona de ataque correr mayores riesgos en lo individual, con la gambeta que desequilibra, el disparo que sacude, la pared que desestabiliza o el pase preciso que clarifica, todas ellas herramientas capaces de horadar cualquier muro defensivo.
Darle preponderancia a la posesión del balón. Trabajar adecuadamente para recuperarlo pronto y después tenerlo no nada más por tenerlo, sino con la permanente intención de encontrar el mejor acceso posible hacia la portería contraria.
Pensar más en vulnerar esa portería de enfrente que en proteger la propia. Jugar a jugar, y no tanto a impedir que el adversario juegue.
¿Será mucho pedir?
gomezjunco@reforma.com
@rgomezjunco
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