En esta sexta jornada se escribirá un importante capítulo dentro de la lucha por la permanencia en Primera División.
Una lucha que tiene como principales protagonistas al Atlante y al Atlas, pero que probablemente incluya pronto al Veracruz en lugar del cuadro tapatío.
Como el conjunto jarocho visitará al Querétaro y los Potros recibirán al Cruz Azul, esta jornada parece lucir propicia para el Atlas, que será anfitrión del Morelia en un partido que combina dos factores que nunca deberían combinarse en el futbol: la multipropiedad y la lucha por la supervivencia.
Si esa tradicional multipropiedad en el balompié mexicano es censurable por sí misma, cuando incide como en esta ocasión en un partido inscrito en el futbolero drama del descenso adquiere una dimensión mucho más inquietante.
Cuando más dinero está en juego para cualquier franquicia, es cuando ésta se encuentra en peligro de bajar de categoría.
Si dos equipos "hermanos" se juegan puntos que a cualquiera de ellos podrían servirle para clasificar y meterse en la pelea por el título, el parentesco ya resulta especialmente criticable y le abre el espacio a las suspicacias.
Pero si en lugar de puntos para ubicarse en zona de clasificación los que se disputan entre "parientes" pueden servir para ampliar las probabilidades de permanencia en el Máximo Circuito para uno de ellos, entonces las pequeñas suspicacias cuentan con los elementos necesarios para transformarse en justificadas sospechas.
En este caso de atlistas y morelianos, en la honestidad de los respectivos directores técnicos y de los futbolistas podemos confiar plenamente.
Pero en la honestidad de los de más arriba, de quienes acaban de invertir cientos de millones de pesos en un equipo que no valdría ni la décima parte si descendiera... ¿Quién puede confiar a plenitud?
Me imagino que nadie.
gomezjunco@reforma.com
@rgomezjunco
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