foto
La historia del 'punto final'
Héctor Huerta | 06-02-2014
en CANCHA
compartir por:
Tres de los protagonistas quieren cerrar la herida del misterioso Caso Vela con un llamado al "punto final". Lo dijo primero el entrenador Miguel Herrera, le respondió por la misma vía del Twitter Carlos Vela y remató el presidente de la FMF, Justino Compeán.

En el análisis acalorado de la pasión, se ha considerado al jugador como antipatriota. El escritor cubano José Martí decía que "la Patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie". El Caso Vela hay que dejarlo dentro de su territorio: es futbol.

Y a nivel de futbol, esta historia todavía no puede tener (y menos por decreto) un punto final. Le falta la verdad. La enfermedad de fondo del futbol mexicano tampoco se arregla si Vela habla. Es más profunda que eso. Tampoco mejorarán el nivel de futbol que vemos cada semana, ni la seriedad de los dirigentes. Y menos se garantizará el éxito en el Mundial de Brasil.

Carlos Vela es talentoso con la pelota, pero queda la sensación de que es un gran jugador del cuello a los pies. En su cabeza caben muchos caprichos. En lo que se ha mantenido firme hasta ahora es en su postura de no asistir a la Selección. Nunca más desde marzo de 2011. No lo han doblado las visitas de los técnicos y dirigentes, las presiones comerciales ni las sugerencias de sus apoderados. Es su decisión.

Es justo precisar también que siendo un gran jugador, Vela no es el crack que puede cambiar la historia de una Selección en un Mundial, nadie garantiza siquiera pasar la primera ronda y menos aun ser campeones.

Tratando de entender su posición, a Vela lo dejó marcado el 8 de septiembre de 2010 en Monterrey, después del amistoso contra Colombia. Los seleccionados organizaron una fiesta dentro del hotel. El director de Selecciones, Néstor de la Torre prometió investigar. Carlos Vela y Efraín Juárez fueron suspendidos 6 meses y multados con 50 mil pesos "por meter mujeres a sus habitaciones". En total fueron 13 seleccionados suspendidos.

Presionado por la rebelión de los jugadores y el apoyo que les dio Decio de María, Néstor de la Torre renunció.

"Chepo" de la Torre convocó a Vela y Juárez una vez cumplido su castigo. Los llamó para los amistosos de marzo de 2011 contra Paraguay y Venezuela. Vela sólo jugó 45 minutos en el segundo.

Luego le surgió otro enojo. No fue llamado para Copa de Oro 2011. Y como respuesta, rechazó ir a la Copa América Argentina 2011, a los JO Londres 2012, a los partidos del Hexagonal, a la Confederaciones y al Mundial Brasil 2014.

Todos los actores de esta tragicomedia quieren poner punto final, pero sería sano para la transparencia del futbol (la Patria es aparte) que se dijera la verdad. Por reglamento, FIFA exige sancionar a todo jugador profesional que se niegue a ir a una convocatoria de su Selección. Y si no se sanciona, como en este caso, cuando menos que se diga la verdad. Oscar Wilde decía que "el verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible".

 
@hectorhuertad
 
hhuerta@reforma.com
 
 
compartir por:
Resumen Noticioso
¿Quieres recibir en tu e-mail la columna editorial de Héctor Huerta?
1 mes2 meses3 meses
Ultimas columnas
El enigmático caso Vela
30-01-2014
El héroe se mantiene de pie
23-01-2014
Autoridad sin autonomía
16-01-2014
La Liga Anti MéXico
09-01-2014
La danza macabra
02-01-2014
Competencia justa
26-12-2013
El dilema de Marquito: futbol o fiesta
19-12-2013
Chivas y América: dos enfoques de grandeza
12-12-2013
La Selección, una ganga
05-12-2013
Compeán: a rendir cuentas
28-11-2013
Manjar de promotores
20-11-2013
Otras columnas
San Cadilla
SAN CADILLA
Francisco Javier González
Autogol directivo
Javier Alarcón
Sambueza
El Rompehuesos
Santo... Santo... Santo...