| | Sólo es un ensayo | | Francisco Javier González | 30-01-2014
en CANCHA
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| | | | Empezó la recta final hacia la Copa del mundo.
Se jugó ya el partido frente a Corea del Sur, cuyo resultado no se conocía al momento de escribir estas líneas.
Miguel Herrera, independientemente de lo que haya sucedido en San Antonio, necesita ser muy certero para delinear la nómina que acudirá a Brasil. Tiene poco tiempo para equivocarse. Aunque los errores y los topes contra la pared sirven para crecer si se interpretan correctamente, no hay margen para tomar demasiadas lecciones.
La actual campaña premundialista será la más corta de los últimos tiempos. Durante los meses previos a Francia 98 se jugaron 19 partidos amistosos, contando los de lujo, los normales y los "moleros". Para la siguiente cita se disputaron solamente 10.
De cara a Alemania 2006 se celebraron únicamente 8 y para llegar a Sudáfrica en 2010 se pactaron 10.
Por la reducción de fechas FIFA producto de las presiones europeas, lo apretado de los calendarios y varios factores más, esta vez se jugarán aproximadamente 6 amistosos, contando el de anoche.
Se juntan el hambre y las ganas de comer: la gestión corta de Herrera se une al poco tiempo de maniobra.
Podrán decirse muchas cosas. Que no se tiene la calidad para aspirar a mucho en Brasil o que la esperanza es lo último que muere. Las dos cosas son ciertas, aunque ninguna se fundamenta en bases científicas. Los pronósticos tienen patas cortas según se puede constatar semanalmente en CANCHA con los intentos que humildemente hacemos varios de nosotros.
Lo importante, además de la calidad que tenga un equipo, es el momento en el que aborde una competencia.
A los daneses los llamaron de emergencia a una Eurocopa cuando estaban de vacaciones y la ganaron. Uruguay clasificó de lágrima a Sudáfrica 2010 y fueron semifinalistas. Pero Colombia goleó a Argentina 0-5 en el Monumental de River en la Eliminatoria para el 94 y perdió lo favorito terminando la Primera Ronda. Nada está escrito, dice el más común de los lugares.
Salvo que los Mundiales están destinados a ver campeonas sólo a potencias futbolísticas, todos los demás pueden dar ciertas sorpresas. Nadie ganó por casualidad, pero hay equipos que en la justa son capaces de modificar su comportamiento, para bien o para mal.
Todo lo que se apunte más allá del juicio de cada momento sobre el Tri es ocioso. La bases para establecer el juicio a futuro tras un partido que sirve sólo para observar jugadores y probar sistemas, tiene muchos riesgos.
Lo que haya sucedido contra Corea del Sur no puede ir más allá de eso.
@fj_tdn
fjgonzalez@mural.com
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