El efecto Europa
 
 
¿Cuántas veces hemos escuchado que ir a Europa cambia la mentalidad del jugador, que le ayuda a crecer, que adquiere más nivel y bla bla bla?

En el caso de los mexicanos puede ser que sea cierto que te cambia, aunque la duda es si para bien o para mal.

El otro día en San Antonio ocurrió que, después de bajar del avión, los jugadores del Tri se toparon con casi una centena de personas con camisetas verdes arremolinándose para obtener un autógrafo
Varios de ellos pusieron cara de asombro y satisfacción a la vez, y no faltaron los ojos brillosos al ver cómo la gente se acercaba a ellos aunque fuera para saludarlos.

Entonces, la reacción fue natural. Los tricolores, en concreto los nuevos, también se acercaron a sus aficionados y los saludaron, se dejaron tomar fotos, dieron autógrafos, les dieron hasta palmada en la espalda a algunos fans y todavía, cuando se iban, ya arriba del autobús se despidieron de la gente sonriendo y todo.

Todo lo contrario de lo que pasa con la mayoría de los futbolistas que viven del otro lado del charco y que a la menor señal de afición aprietan el paso, se ponen sus audífonos para hacer como que no escuchan, piden "guarros" a sus lados, bajan la cabeza o aplican el viejo truco de hacer como que hablan por el celular para así ignorar a los inocentes hinchas.

Desafortunadamente, el año pasado no sólo sirvió para ver que Europa hace a los futbolistas mexicanos alérgicos a sus paisanos, sino que les hace olvidar cómo jugar bien, al grado de haber tirado a la basura un Hexagonal, o les provoca fobia al Tri, como ciertos que se niegan a las convocatorias o condicionan su presencia a recibir prerrogativas sobre el resto.

Alguien me dijo que salir del País debería producir todo lo contrario, pero pues ya ven...

 
 
 
Paz y tranquilidad
 
 
¿Será que todo lo que necesitaban en el Atlante para comenzar a sacar resultados positivos era tener paz y tranquilidad? Si ésta era la respuesta, entonces Pablo Marini le dio al clavo.

Desde que llegó el estratega argentino a los Potros tras el cese de Rubén Israel en la Jornada 2, éstos han obtenido dos victorias y un empate entre Liga y Copa, algo muy meritorio para como los agarró.

Una vez que fue presentado, Marini vio sano que el plantel no entrenara todo el tiempo en los mismos lugares y se los llevó a Playa del Carmen, a una hora de Cancún, donde entrena a veces nada más por un día y otras en plan de concentración. El resultado ha sido reducir a la mitad la desventaja ante el Atlas en la Tabla de Cocientes.

Si ésta es buena parte de la solución para que el Atlante se salve del descenso, que la directiva reserve ya el hotel de Playa del Carmen durante todo el torneo, no vaya a ser que en temporada de "Spring Break", en marzo, los estudiantes gringos los dejen sin refugio y se les venga abajo todo el esfuerzo.

 
 
 
Una por otra
 
 
A Israel Castro le sorprendió lo difícil que es hacer mudanza con todo y su familia luego de haber jugado poco más de 11 años en la Ciudad de México, antes de emigrar a Guadalajara para este torneo al ser contratado por el Chivas.

El volante, quien debutó en Pumas en el Verano 2002, antes de pasar a Cruz Azul para el Apertura 2011, se fue a la Perla Tapatía contento con la oportunidad y deseoso de iniciar allá una nueva vida con su esposa.

Sólo que, a pesar de que se fue desde mediados de diciembre, apenas se salió del hotel donde se hospedan los refuerzos del conjunto tapatío para vivir en unas villas, pues aún no encuentra la casa ideal a donde quiere llevarse a su mujer.

Eso sí, Castro no se queja nada en lo futbolístico pues ha disputado los cuatro cotejos completos con Chivas, y ya hasta marcó un gol.

 
san.cadilla@reforma.com