Ya no lo querían
 
 
En el mundo del futbol puede haber de todo, menos claridad. O al menos no en el futbol mexicano.

Digo esto por el sorpresivo despido de Carlos Bustos de la dirección técnica del Morelia, ya que apenas en noviembre llevó al equipo al título de la Copa MX, además de que en sus dos temporadas dirigidas lo clasificó a la Liguilla.

Algo pasó en la pretemporada con los Monarcas o en la Jornada 1 que alteró a los directivos, y no me refiero a Ricardo Campos, nuevo director deportivo, quien llegó a suplir a Heriberto Ramón Morales, sino a gente más pesada.

Arrancando el torneo, el Morelia perdió por la mínima en casa frente al Querétaro y desde ahí decidieron que Bustos no seguía, al punto de que empezaron a buscar técnico; a Víctor Manuel Vucetich desde esa semana le llegó la invitación para dirigir a los michoacanos.

No sé si "Vuce" aceptará, pero que la propuesta está en la mesa, se los puedo asegurar.

 
 
Bajan sus bonos
 
 
Triste escenario se vivió en las gradas del Atlas Colomos en pleno duelo ante los Rojinegros y el América de la Categoría Sub 20, donde se reflejó la actualidad de los tapatíos.

Al duelo asistieron algunos directivos americanistas y, durante el partido, comenzaron a recordar su interés en Ricardo Bocanegra, quien se encontraba jugando con las inferiores, ya que Tomás Boy lo tiene más olvidado que juguete viejo en 25 de diciembre.

"Ve dónde acabó el chavo, cuando nosotros lo queríamos el Atlas pedía millonadas", comentó un directivo, entre risas, recordando que las Águilas preguntaron por el mediocampista después de que fue pieza clave del Tri campeón en los Juegos Panamericanos.

Ese es el claro ejemplo de que en el futbol no sólo se trata de saber jugar, sino de que la mente aporta un gran porcentaje para mantenerse en la máxima competencia y no basta con haber llegado para ser un triunfador.

 
 
Todo cambia
 
 
Ya que estamos hablando del América, los que están sufriendo el cambio de técnico son la afición foránea y la prensa.

En esta ocasión no estamos hablando de los resultados, sino del trato, lo que en esta era de Antonio Mohamed ha estado a años luz de la época de Miguel Herrera.

La última vez que vino el América a Guadalajara, todavía con el "Piojo" al frente, el estratega se tomó el tiempo para posar en fotos y firmarle autógrafos a cada uno de quienes recibieron al equipo en el hotel de concentración.

El "Turco", aunque puso buena cara, pidió una valla de seguridad para ingresar al hotel, lo que dejó fúricas a las personas que buscaban alguna rúbrica.

Con los medios, la cosa no cambia mucho. Antes, cada llamada a Herrera era una entrevista y siempre había tiempo para las banqueteras afuera de Coapa; ahora, las restricciones son al puro estilo Chiva, incluso ya multan a los jugadores que den entrevistas sin el permiso de la gente de prensa.

Ni modo, no todos afrontan la fama de la misma manera. Sorprende de Mohamed, quien en Tijuana era un tipo más liviano y muy querido por la afición.

 
 
Ay, 'Chatón'
 
 
De verdad que hay jugadores que nada más no entienden y confunden la inactividad por lesión con el permiso de hacer lo que les plazca.

Jorge Enríquez, cliente frecuente de la enfermería del Rebaño, ha sido captado en las últimas noches entrándole a placer a las bebidas espirituosas a altas horas de la madrugada.

Según yo, aclarando que no soy médico, lo primero que se les pide a los jugadores lesionados es reposo, algo que claramente no está respetando, ya que el fin de semana se le vio por ahí de las 4:00 de la madrugada en un reconocido antro de la zona de Acueducto.

Desconozco si la bebida amarillenta, a la cual le entraba con fervor, es parte de alguna terapia, pero ojalá pueda ayudarle a recuperarse pronto, porque su equipo está peleando por no descender... es un decir, pues el Atlas y el Atlante están haciendo su luchita ellos solos.

 
 
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