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La Dominguera
San Cadilla | 26-01-2014
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Fuerza para Donato
 
 
Hay jugadores peculiares y luego está Donato.

El cliché dicta que brasileño y morenazo tiene que ser borrachazo, pero en Donato Gama da Silva (Río de Janeiro, 1962) todo es diferente.

Durante su humilde niñez vendió sombrillas en la playa y de adolescente fue cerrajero, hasta debutar con el Vasco da Gama en 1980, con el que ganó 3 títulos en los años 80.

En el verano del 88 acudió con su club a jugar el Trofeo Ramón de Carranza, en Cádiz, y arrasaron en la competencia. Donato comandaba la media cancha; era fuerte, cubría mucho terreno y siempre era combativo. Además, fino para tocar el balón, por lo que ponía muchos pases para gol.

Cuando estaba en el Aeropuerto de Jerez para volver a Brasil, con escala en Madrid, le avisaron que el Atlético de Madrid estaba interesado en él, que se bajara del avión en la capital española, a la que llegó literalmente con nada, pues su equipaje ya estaba documentado hasta Río.

Las maletas llegaron a la ciudad carioca, pero Donato no. El temperamental Jesús Gil y Gil lo fichó de inmediato.

 
 
EL ALETI
 
 
Donato era un futbolista totalmente inusual y por eso fue acogido con mucho cariño en el vestidor del Aleti de Futre, Juanito y Manolo. Cargaba una biblia a todas partes y siempre daba gracias a Dios. Era bondadoso, amable y hasta ingenuo fuera de la cancha.

Batallaba con las costumbres europeas, como por ejemplo la clásica siesta madrileña, según cuenta Luis Miguel González en su libro "Las Mejores Anécdotas del Atlético de Madrid".

"Yo no entiendo por qué nos obligan a tener que acostarnos después de comer", se quejaba.

En esa primera temporada se dispuso un día a ver un juego por la televisión desde su casa, en una zona residencial donde vivían otros compañeros, pero falló la señal y el televisor sólo mostraba puntos blancos. "¡Se me ha puesto mala la televisión!", exclamó.

En el entrenamiento del día siguiente contó su desventura: "Mi televisión se ha puesto enferma y no he podido ver el partido de ayer". El vestidor completo estalló en risas por el comentario y durante todo el tiempo que se mantuvo en el equipo fue la broma favorita.

Sin embargo, la relación con su entrenador no fue la mejor; Ron Atkinson se lo trajo de encargo.

"Yo he visto con mis propios ojos a Donato llorar de rabia porque Atkinson le había dicho que era un negro de mierda... y eso que el traductor le dulcificó la frase", declaró el folclórico Gil y Gil cuando anunció el despido del técnico inglés.

Fueron cinco buenas temporadas jugando con el Atlético en las que conquistaron dos Copas del Rey, hasta que el polémico dueño lo vendió.

"Donato era un muerto de hambre cuando le fiché", dijo Gil y Gil cuando lo transfirió. Años después admitiría que fue un gran error venderlo. Pese a todo, el brasileño nunca le guardó rencor.

 
 
'EL ABUELO'
 
 
El carioca fue vendido junto con Alfredo Santaelena en 1993 al Deportivo La Coruña y su fichaje levantó todo tipo de críticas; tenía 30 años y además llegaba lesionado.

En esos giros que tiene el futbol, Mauro Silva se lesionó y Donato -ya recuperado- pasó a jugar de mediocampista defensivo... y el equipo fue otro.

Impasable en el medio campo, llegaba por sorpresa y, con su potente disparo, anotaba golazos, muchos desde fuera del área. Se volvió un favorito de la tribuna y le apodaron "El Abuelo".

Cuando Silva regresó de su lesión, Donato pasó a jugar como defensa central; pese a eso siguió anotando golazos y, además, se volvió el tirador oficial de penales. Era la época de "El Súper Depor".

En esa temporada 93-94 llegaron a la última jornada con un punto de ventaja sobre el Barcelona y todo a su favor para ser campeones; recibían en casa al Valencia.

La fiesta en La Coruña comenzó cuando se enteraron que, con gol del "Cholo" Simeone, el Sevilla le ganaba ya a los culés de Johan Cruyff.

Sin embargo, del júbilo pasaron al drama, pues el Barsa remontó para imponerse 5-2 en el Camp Nou, por lo que al Deportivo necesitaba el triunfo... y el gol no caía.

En pleno minuto 89, el árbitro López Nieto marcó un claro penal a favor de La Coruña, y el Riazor se cayó a pedazos.

Que lo tire Donato, él nunca falla, dijeron todos en la cancha y en la tribuna... momento, ¿dónde está Donato?

En la banca: el técnico Arsenio Iglesias lo había cambiado minutos antes. Bebeto, otro gran cobrador, hizo como que la virgen le hablaba, y entonces Miroslav Djukic, el elegante líbero serbio, tomó el balón para vestirse de héroe... pero su disparo flojito fue detenido por el portero suplente del Valencia. Hasta la fecha, aún lloran esa tragedia.

 
 
LA ROJA
 
 
Tras el fracaso de España en EU 94, Javier Clemente llamó a la Roja a Donato, ya de 32 años, para la Eliminatoria de la Eurocopa. Cuando le dieron el pasaporte español, en lugar de poner 1962 como fecha de nacimiento, se equivocaron y lo registraron como de 1952. Esto desató la polémica.

Fue recibido gratamente por el grupo, incluso los más jóvenes se dirigían a él llamándolo "Maestro".

En 1995 llegó el excéntrico John Benjamin Toshack al Depor y el equipo entró en crisis. El técnico reunió al plantel completo.

- "Díganme qué pasa, que alguien me hable, quiero saber qué piensan".

- "Míster, yo voy a hablar", dijo Donato, el único. "Creo que en defensa estamos un poco perdidos, no sabemos cuándo recular o salir, creamos mucha incertidumbre".

- "Esto es a lo que me refiero, toda esta información es buena, ya sé qué es lo que tenemos que trabajar", respondió Toshack.

El bonachón y afable Donato estuvo tres meses sin ir siquiera a la banca.

Posteriormente, cuando Toshack preguntaba en el vestidor si alguien tenía algo que decir, todos los compañeros decían: "¡Sí, Donato, Donato!", y el brasileño, con su acento, respingaba: "¡No, no, no!", según cuenta Paco Jémez, defensa de aquel equipo y actualmente DT del Rayo Vallecano.

 
 
EL LEGADO
 
 
En la 99-00, el Depor -ya con Javier Irureta en el banquillo- logró la primera Liga de su historia. Donato era el jugador favorito, porque además aparecía en un simpático comercial anunciando un libro de autoayuda llamado "Fuerza para Vivir".

Se retiró en el 2003, a los 40 años, con 363 partidos con el club gallego, 45 goles, una Liga, 2 Copas del Rey y 3 Supercopas de España.

Hasta la fecha reside en La Coruña, pero ha batallado económicamente por no tener un empleo estable, luego de fracasar en varios negocios.

"Ahora mismo tengo que buscar otra cosa para vivir", dijo en una entrevista para la TV, el año pasado. "Cuando has jugado futbol todo mundo cree que estás nadando en dinero. El dinero después de que tú paras de jugar sólo sale, no entra".

Él es Donato, uno de los jugadores más atípicos de la historia.

 
 
Twitter: @SanCadilla
 
Mail: san.cadilla@mural.com
 
 
 
 
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