Y sigue la historia puma.

Una serie capitulada en la que el protagonista corre serios peligros de los cuales, como Indiana Jones, va saliendo ileso sin saber cómo; cuánto más irremediable es la situación, más increíblemente la libra.

El último enemigo, los Delfines del Carmen, eran un villano menor, tanto en categoría por la División en la que compite como en calidad de planteles.

Pumas llegó a la otra orilla del río y ahora enfrentará en su película un reto superior: se encontrará a mar abierto el sábado, sobre una balsa en la que luchará contra otra fiera desdentada -Tigres- para saber cuál sobrevive.

Mario Trejo sale al paso de la corriente y aclara que Hugo Sánchez, por quien clama parte de la tribuna universitaria, no es opción. Lo descarta en automático como respuesta al reclamo popular que ciertamente se alejó del manual de Carreño haciendo cualquier clase de manifestaciones poco universitarias al final del duelo contra Toluca.

Independientemente de lo que suceda en los siguientes capítulos de la saga, antier se difundió en redes sociales un video en el que Hugo parecía promoverse sin escrúpulos, diciendo que estaba listo para volver a dirigir y que CU era su casa.

Las diatribas contra el "Penta" inundaron varios medios de comunicación acusándole de falta de ética y de un comportamiento de ave de rapiña.

Una llamada telefónica del personaje a quien esto escribe aclaró las cosas: el fragmento suelto que se atribuyó como una obra maquiavélica del propio Hugo correspondía a una colaboración semanal para un canal de EU en el que fue consultado sobre la petición de la tribuna.

La aclaración pone las cosas en su sitio: quienes opinamos cometimos un error y afectamos la realidad. Sólo queda ofrecer disculpas.

Volviendo al punto de partida, Trejo trata de apagar el fuego que arde más allá del pebetero con argumentos y explicaciones.

Sólo los resultados justificarán los dichos y las acciones. Obras son amores.

Pumas merece más de lo que tiene y el descuido data de mucho tiempo. Hoy paga facturas acumuladas que le duelen a la tribuna y a todo el corazón universitario.

Cada quien hará uso de sus fórmulas para resolver una crisis indudable. El tiempo y los marcadores dirán.

Cada semana se libra con la mejor cara posible. Hay grilla, partidarios inconformes, tensión... y malos resultados.

Como el problema está dentro la solución debe ser buscada ahí mismo. Lo demás es el entorno que influye. ¿Podrá Pumas librar su siguiente batalla?

El próximo capítulo será emocionante.

 
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