¡Adeeentro...!
El pasado sábado hubo algunos atlistas a quienes peor no les pudo haber ido.
Vieron perder a sus Zorros ante el Atlante, observaron cómo varias de las "joyas" de su cantera padecieron de pechofriísmo agudo y el fuego del descenso comenzó a darles calor.
Pero eso no fue lo más lamentable, sino que a la salida del Jalisco les pusieron el Torito Tapatío... y como dice Emilio Fernando Alonso: "¡Adentro que están cenando".
Como lo leen, niños, no sé si fue plan con maña, pero esa noche instalaron el operativo antialcohol en Avenida Circunvalación y cayeron varios encervezados y deprimidos atlistas con camisetas rojinegras.
Lo único positivo es que ya perdió vigencia aquel viejo chiste de que nunca levantaban una copa.
Y ojo... ¡Para la próxima lleven un conductor resignado -a no pistear- y así no hay bronca!
¿En qué quedamos?
Todos son iguales...
Sí, ya sé que parezco novia despechada, pero eso pienso de los entrenadores al enterarme que Miguel Herrera decidió convocar a Diego Reyes.
Ojo, no digo que esté mal la convocatoria, al contrario, es un gran jugador y vale la pena tratar de rescatarlo del ostracismo lusitano, pero ¿dónde quedó la declaración de que iba a llamar a los que estuvieran mejor y jugando?
Justo la misma aplicó Chepo de la Torre y me parece que fue uno de los varios clavos de su ataúd, cuando se aventó esa de que los que no jugaran no serían llamados ¡Y tómala! Pablo Barrera aparecía siempre.
Luego Víctor Manuel Vucetich también llamó a los mismos que ya habían demostrado estar en mal momento y se atiborró de jugadores del Monterrey que no andaban bien, pero como él los conocía, creyó que iban a responderle.
Ahora el "Piojo" se lanza a rescatar a Diego, cuando a mi entender debería de convencerlo para que presione al Porto de que lo preste al América, el Cruz Azul, las Chivas o los Mazacotes de Chicontepec para que juegue estos cuatro meses previos al Mundial.
Insisto, para que no me malinterpreten, no es mala la intención del "Piojo"; lo cuestionable es que diga una cosa y haga otra cosa.
Lo dicho, todos son iguales.
El jabalí
Para pasar el trago amargo de su castigo, Luis Montes organizó con el "Gullit" Peña y Rafael Márquez un asado, pero no tradicional, sino con un jabalí que acostumbraban a degustar en Pachuca los dos primeros.
Lo interesante del asunto es que Montes les dijo a sus compañeros que su reacción de decirle a Paul Delgadillo "vete a festejar con ellos", refiriéndose a que celebrara el gol con el América y por lo cual fue expulsado, se debió a que el árbitro le mentó la mauser.
No es la primera vez que acusan a Paul de provocar a los jugadores, de hecho las mentadas de un árbitro a un jugador son más comunes de lo que creen, pero bueno, en el caso del silbante tapatío me parece que deberá cuidar esos aspectos si quiere llegar a los torneos de FIFA.
De hecho Delgadillo, ahí donde lo ven, es un tipo deportista a más no poder. Corre maratones, le pega al ciclismo y el domingo pasado, después de ajusticiarse al León y a Montes, anduvo en Guadalajara en la Copa Mundial de Ciclismo.
Ojalá modifique los detalles negativos que tiene, sería genial tener un tapatío en un Mundial.
¡Sorpresa, Tomás!
Y hablando de árbitros polémicos, si usted ve a Tomás Boy ni se le acerque que anda que echa lumbre.
Para el juego ante el América, que se encuentra en el ojo del huracán por los favores arbitrales, a la Comisión de Árbitros se le ocurrió mandar, ni más ni menos que al ¡Chiquidrácula! (suena música lúgubre de piano en el fondo).
La historia entre ambos incluye acusaciones del DT al árbitro de que era chiva, en otra ocasión que falseaba la cédula y una más que no metía titulares porque sabía que Marco Rodríguez los iba a expulsar.
¡Ay nanita!
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