Enemigo íntimo
"¡Vayan a la verg... todos".
La frase no proviene de la "Pelangocha" ni de una película de Ficheras con Carmelita Salinas como matrona. Para nada.
Es de Humberto Suazo y fue dirigida a los reporteros que cubrían el entrenamiento de Rayados, el pasado 14 de enero, y se acercaban al delantero a preguntar sobre la evolución de su lesión en el hombro.
El veleidoso y maleducado chileno más tarde pentonteó a otro periodista vía Twitter. La clase del "Chupete" dentro de la cancha es inversamente proporcional a la que le falta fuera de ella.
Sus orígenes, sus educación, su entorno, su idiosincrasia... se entiende. Mas no se justifican estos procederes.
LAS CIFRAS
El futbol, de acuerdo a cifras del 2013, tiene ya más de 4 mil millones de aficionados alrededor del orbe, según escribe José Eduardo de Carvalho en su libro "Fútbol 150 Años".
Si no alcanzan a magnificar la cifra, déjenme les explico que estamos hablando del 60 por ciento de la población total del planeta... y como los Pronósticos Deportivos, más lo que se acumule esta semana.
"El futbol se ha mostrado como un fenómeno sin límites. Punto de confluencia entre placer y negocio, sin precedentes en la humanidad", describe De Carvalho.
Todos estos aficionados están ávidos de información, y es acá donde chocan los trenes: los futbolistas, entrenadores y directivos contra los medios ávidos de información para sus audiencias.
Como muchas otras cosas en la vida, el problema surge cuando los roles no están claros. Hay ocasiones que los futbolistas creen que los medios existen para "apoyar" al equipo y los periodistas piensan que saben más que los propios protagonistas.
El compromiso debe ser solamente con la verdad y reflejar lo que ocurre, sea del color que sea.
La relación entre prensa y los protagonistas del futbol es de amor y desamor. Con espacio para el enamoramiento y el arrepentimiento.
DE ACUERDO
"Con las portadas de los periódicos sólo suelo estar de acuerdo con la fecha y el precio", decía el folclórico John Benjamin Toshack cuando era entrenador del Real Madrid.
En realidad el técnico galés amaba salir en los medios y los medios lo amaban.
Durante los años que dirigió en España siempre "dio nota" y ocupó importantes espacios.
"Los lunes siempre pienso en cambiar a 10 jugadores, los martes a 7 u 8, los jueves a 4, el viernes a 2 y el sábado ya pienso que tienen que jugar los mismos cabrones", declaró en otra ocasión.
Los personajes del futbol, sean jugadores, entrenadores o directivos, a veces olvidan que los medios son precisamente eso: el intermediario con el cual envían sus mensajes a toda una grey.
¿Recuerdan la noche previa al partido contra Argentina en Sudáfrica 2010?
Javier Aguirre estaba furioso porque se enteró que los reporteros de algunos medios decidieron hacer una "fiesta de despedida" del Mundial, dando como un hecho que el Tri sería eliminado por los pamperos.
Así que su manera de protestar fue salir a la rueda de prensa cabizbajo, harto, cortante y con una gorra que casi no permitía ver su mirada. Para el "Vasco" era una manera de reclamo, pero para la afición tenochca fue el epítome del derrotismo. Del resultado ya ni hablamos, porque todavía me duele.
LOS EXTREMOS
Hay dos extremos: los personajes del futbol que creen que quien no ha jugado profesionalmente no tiene derecho ni credibilidad para opinar de futbol y los periodistas que se sienten entrenadores y utilizan sus foros para tratar de dictar cátedra.
Para mí, los dos bandos son igual de insufribles.
¿Pueden creerlo? Equivaldría a decir que quien no sabe tocar un solo de guitarra como Jimi Hendrix no puede hablar de rock; o que quien no ha filmado una película de Stanley Kubrick tiene prohibido criticar el cine.
Siempre he creído es una caparazón que el gremio ha creado para protegerse de las críticas incómodas. A final de cuentas, la chamba de los periodistas es hacer preguntas y el rol de los protagonistas responderlas... o evadirlas.
"No sé lo que dice la calle, pero me da igual", dijo Jorge Valdano en la temporada 95-96 en medio de la polémica por no meter de titular a Esnáider, cuando era DT del Real Madrid, "yo, con el carnicero, hablo de carne; con el taxista, de taxis; de futbol hablo yo. Yo sé más de futbol que todos los taxistas juntos, que todos los porteros juntos y posiblemente que todos los periodistas juntos".
De los comentaristas y analistas a quienes les faltan variantes y sólo usan el sobado "faltan variantes" no voy a abundar; ustedes los conocen tan bien como yo. Frases prefabricadas y lugares comunes que aplican en todos los casos.
"Si el futbol tuviera que hacer caso a la prensa, habría que nombrar como seleccionador a Mari Carmen Izquierdo, presidenta de la Asociación de la Prensa Deportiva. Y la verdad es que no la veo dirigiendo el equipo", dijo Javier Clemente en el Mundial de EU 94, cuando reporteros extranjeros le cuestionaron acerca del juego de la "Roja".
Las sanas distancias y entender el rol de cada uno son clave para una relación adecuada entre prensa y personajes del futbol.
O por lo menos, tratar de mantener el conflicto en un nivel de altura, como lo hacía el entrenador escocés Tommy Docherty: "Siempre dije que había un lugar para la prensa, pero aún no lo han cavado".
Twitter: @SanCadilla
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