Negocio fallido
Parece que la Unión Auriazul no estaba tan unida como pensaba.
Cuentan que el líder de este grupo de animación de los Pumas, conocido como el "Choco", fue el primero en abandonar el barco al ver que éste se hundía sin darle los beneficios con los que algún día soñó.
Y es que dicho personaje era uno de los cabecillas de La Rebel, pero después de años en la organización y al ver que el líder supremo Salvador Reyes, "El Nariz", se llevaba la mayor parte de la tajada de tooooodos los negocios que hizo la barra con el consentimiento del Club Universidad, decidió que era una gran idea formar su propio grupo y se jaló a otros inconformes de la Rebel en 2013.
Peeero con lo que no contaba el "Choco" era con la negativa de la directiva auriazul para reconocer a la Unión como un grupo de animación oficial y con que fracasaría además en su intento de consolidar a dicha porra, por lo que el sueño de ganar más lana que un universitario de verdad (con título) por sólo cantar el "¿cómo no te voy a querer?" se quedó en eso... un simple sueño.
Cambios positivos
Hace no muchos meses me pitorreaba por la manera tan burda en que la gente de Pumas cubría los días de partido la parte de la pista del Estadio Olímpico Universitario que está frente a las bancas con lonas que pegaban con cinta adhesiva que no adhería y publicidad de Herbalife que terminaba volando por los aires.
Pues bien, esta vez tengo que reconocer que las cosas a ese respecto han cambiado de manera radical y para bien. El domingo en el debut liguero de los auriazules, una alfombra verde cubría toda el área técnica sobre la pista de manera perfecta y así se mantuvo todo el partido. Pero eso no es todo, un gigantesco anuncio de cierta bebida isotónica en color naranja protegió el tramo contiguo a la banca visitante por lo que los jugadores del Puebla tuvieron espacio de sobra para calentar sin dañar el delicado material plástico de la pista de atletismo y aunque esto tiende a pasar desapercibido, yo sí me di cuenta y reconozco una chamba bien hecha.
Ojalá y los cambios positivos en Pumas no se queden afuera de la cancha, porque a fin de cuentas donde son importantes son adentro y ahí las cosas siguen tan mal como cuando se volaban las alfombras y los anuncios...
Regaño en el Rebaño
El jueves pasado, al partir de Verde Valle rumbo al aeropuerto de Guadalajara para el vuelo a Torreón, los jugadores de Chivas salieron con cara de pocos amigos.
El que estaba que se lo llevaba el demonio era Rafael Márquez Lugo, quien el viernes terminaría siendo cambiado y la televisión lo enfocaría justo cuando comentaba cosas con Omar Bravo en la banca.
Pues bien, la razón por la que la alegría no los inundó el jueves fue porque, al término del entrenamiento, el técnico del equipo, José Luis Real, les puso una regañiza de aquellas debido a que no seguían sus indicaciones en la práctica.
Ignoro si la charla previa al partido fue diferente, pero se nota que de algo sirvió porque uno de los que se llevó más gritos fue Carlos Fierro, y en Torreón parecía que volaba por las dos bandas y sólo lo pudieron parar a patadas.
De hecho, Pedro Caixinha estaba en la banca local desesperado con sus laterales porque no podían con el menudito atacante rojiblanco.
En resumidas cuentas, el regaño fue para varios, pero no todos lo tomaron igual. Lo que sí les puedo anticipar es que quienes no tomen el mensaje como lo hizo Fierro se van a ir a la banca, aunque se apelliden Márquez Lugo y desde la tribuna los apoye Marisol González, como el viernes pasado.
Al buen entendedor, pocas palabras.
san.cadilla@reforma.com
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