Para quienes viven o hemos vivido en México, escuchar el característico grito de: "¡Cerooooos!", cada vez que se carga gasolina, es una costumbre tan tradicional como engañosa que a nadie parece ya inmutar.
Es ahí, cuando el despachador se encuentra a punto de iniciar la descarga de gasolina en el tanque del auto, que se escucha el anuncio previo al arranque, con ese aviso que bien se puede interpretar como: "aquí no le robamos, jefe". Empezamos desde cero, donde todo debería comenzar sin necesidad de aviso.
Pero lo cierto es que el Clausura 2014 mexicano, y cada torneo de nuestra Liga MX, no arranca de cero, aunque la tabla, la bomba y el despachador lo indiquen así; aunque las autoridades, los directivos y los árbitros pretendan mostrarnos una paridad inexistente... ¿O puede asegurar que León y Atlante (con lo que cada uno ha sembrado y hoy cosecha) tienen las mismas posibilidades de ser campeones? ¿O que la terrible crisis de Pumas, último del torneo anterior, no tendrá repercusiones negativas en este campeonato con la misma fórmula empleada? ¿Chivas, las añoradas Chivas, acaso tendrán la magia de aquel maravilloso torneo sólo porque José Luis Real ha regresado? ¿El América sin Herrera de cero con los impresionantes números de los cuatro torneos anteriores? ¿Y el Atlas de Tomás Boy... de cero con el cambio tan radical que ha sufrido en este periodo de inactividad? Las inevitables comparaciones, incluso entre la misma institución, de entrada, impiden ubicar a todos por igual.
¿Ha escuchado hablar del "Dulcecito"? Sí, es lo que les dan cada torneo a muchos presidentes con jugadores que no pasan el control de calidad, pero también es una sofisticada forma de cometer fraudes en gasolineras, de manera cibernética, controlada, sin rastros y desde cualquier lugar que la computadora sea operada, mientras las bombas (incluso las supervisadas por PROFECO) funcionan.
"¡Cerooooos!" le gritaron también a Cruz Azul y el despachador de su propia gasolinera fue sustituido por aquel que tan buenos resultados generó hace mucho tiempo, en lo que auténticamente significa un reinicio.
"¡Cerooooos!" pidió el "Tuca" Ferretti para retomar el camino... "¡Cerooooos!" imploró el "Profe" Cruz para obtener el beneficio de la duda tras el fracaso en el Mundial de Clubes con Monterrey... y "¡Cerooooos!" desean el resto de los norteños: en Torreón para retomar el camino tras la sacudida en Semifinal y en Tijuana para comprobar que los éxitos también pueden llegar sin Mohamed.
"¡Cerooooos!" es el indicativo, no sólo de la honestidad, sino del reinicio, es el grito que invita a la confianza en el servicio recibido... el anuncio de que sólo así podrían cometerse fraudes en gasolineras y no en litros que no son de a litro, sino de 900 u 800 mililitros.
"¡Cerooooos!" es lo que pretenden hacernos creer antes de cada torneo, y si bien la competencia no esconde un fraude, es necesario saber que aunque la tabla indique ceros antes de iniciar, algunos se comerán "el Dulcecito", otros se llevarán litros de 800 y unos más llenarán atinadamente sus tanques.
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@felixatlante12
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