Amables aficionados: inicio deseándoles a ustedes y a sus familias lo mejor para este nuevo año, con salud y paz.
Ha terminado otra temporada regular y algunas cosas no cambian.
Ya se inició el descabezamiento de entrenadores en jefe, habiendo caído ya seis al momento de escribir estas líneas; en Houston, Tampa Bay, Washington, Detroit, Cleveland, y Minnesota.
El requisito de éxito inmediato en la NFL excluye la paciencia de antaño en sostener a sus entrenadores por el tiempo necesario para lograr buenos resultados. Cabe la pregunta, ¿qué puede hacer un entrenador para ser ganador en un año con el talento existente, por ejemplo, en Tampa Bay o Cleveland? Ni el mago Merlin puede hacer esas maravillas.
Por eso se dice que la NFL significa "Not For Long", o sea, que nada durará por mucho tiempo. Y el nuevo "salvador" que firmarán los dueños tampoco tendrá grandes resultados mientras no tenga los elementos para competir.
Como ejemplo ahí está el fracaso de Mike Shanahan en Washington y si nos remontamos a la historia, investiguen los números de Casey Stengel mientras fue el manejador de los Yanquis y luego con los Mets.
Otro asunto que cada día toma mayor relevancia fueron las pifias crecientes de los árbitros.
Sus errores, ya no sólo de criterio sino incluso de saber aplicar el reglamento, definieron varios encuentros equivocadamente, modificando incluso la lista de los asistentes al Playoff.
Este problema amenaza con socavar los cimientos de una organización que se basa, como sus contrapartes, en tener la total confianza del público. Hubo equipos de oficiales, como el encabezado por Bill Leavy, que fueron una desgracia y, sin embargo, en la NFL no hay sanciones para los ineptos.
Así como se suspende a jugadores por conducta inapropiada se debería hacer lo mismo con árbitros cuyas decisiones equivocadas definan partidos.
Por otro lado, no veo la razón para aumentar en otros 4 equipos la postemporada. Si Green Bay calificó con 8 triunfos y varios otros conjuntos estuvieron a punto de hacerlo igual, ¿para qué premiar la mediocridad? Calificar a 16 equipos de los 32 es devaluar el Playoff.
Finalmente, mis MEJORES 10: 1.- Denver (13-3); 2.- Seattle (13-3); 3.- Nueva Inglaterra (12-4); 4.- San Francisco (12-4); 5.- Carolina (12-4); 6.- Kansas City (11-5); 7.- Nueva Orleáns (11-5); 8.- Arizona (10-6); 9.- Indianápolis (11-5) y 10.- Cincinnati (11-5).
Por ahora, hacemos una pausa...
fvrossum@reforma.com
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