Claro que Vettel cometió una falta en el GP de Canadá que merece sanción de acuerdo a las reglas en vigor (y después hizo otras más) ya que debió de reincorporarse con más precaución, desacelerando como lo hizo Hamilton.
Pero esta sanción y muchas de las reglas actuales le quitan interés al que debería de ser el non-plus-ultra del automovilismo deportivo (el estupendo y famoso duelo de Arnoux y Villeneuve, en Dijon 1979, y otros más, con estas reglas los habrían encarcelado de por vida).
"Todo esto en aras de la seguridad y para reducir gastos", nos dicen. Pero la F1 debería de continuar, como fue desde sus inicios, principalmente en los 70 y 80, cuando podías usar diferentes marcas de neumáticos o explorabas correr con 6 ruedas, entre otras ingeniosas invenciones que, ojalá, las nuevas reglas del 2021 cambien todo eso.
Tuve la suerte de vivir intensamente la experiencia que arriba menciono, al haber sido Team Coordinator del Rebaque F1 y formar parte del Brabham Team que narro en mi libro "Fuera de lo común".
No existe nada que se compare a haber asistido a 137 carreras de F1 y darme cuenta que todos los Gobiernos en donde se realizan carreras reconocen que apoyar a recibir la F1 es una inversión, pues además de la imagen mundial, tan necesaria para nuestro México, la derrama supera con creces ese "gasto".
Twitter: @Chacho_Medina
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