Casi al mismo tiempo, la conducción técnica del Manchester United, el Barcelona, el Bayern Munich y del Real Madrid cambió al arrancar la nueva temporada.
Para los entrenadores de los tres primeros estaba planteado un "mínimo" desafío: no alejarse de los éxitos obtenidos por sus predecesores.
Los catalanes e ingleses eligieron técnicos serios pero no necesariamente consagrados. Para el tercer caso, los alemanes optaron por uno muy exitoso.
En la breve historia escrita hasta ahora, tanto "Tata" Martino con los blaugranas como Pep Guardiola con los bávaros han seguido por la senda más cercana a lo excelente. El argentino quedó a un partido del récord de Guardiola de invictos continuos y, a su vez, el catalán perdió su primer juego hace apenas unos días en su lucha por superar la racha perfecta de Jupp Heynckes.
Pero, ser sucesor de Sir Alex Ferguson no ha sido nada fácil para su compatriota escocés David Moyes. Aunque acaba de conseguir el pase a la siguiente ronda de la Champions, en la Premier League le ha ido muy mal. Ha batido récords, pero de malos resultados. El Everton lo bajó con un gol de Bryan Oviedo faltando cuatro minutos y consiguió su primera victoria en 21 años en el infranqueable Old Trafford. Pareció un doble castigo para su ex entrenador que negoció su nuevo cargo con el Manchester tres fechas antes de que terminara el campeonato pasado.
Cuatro días después el Newcastle puso a los Red Devils en la lona por dos veces consecutivas, algo que no pasaba desde el 2002. Fue dramático ver cómo se retiraban los aficionados antes de que terminara el partido. Moyes ha perdido 13 de 24 puntos jugados como local. Al arrancar esta semana el United se encontraba noveno, a 13 puntos del líder Arsenal, diciendo adiós tempranamente al título que tantas veces ha ganado (la temporada 2012-13, por ejemplo).
Muchos se preguntan por qué Ferguson eligió a Moyes y otros piden paciencia porque no se vale comparar tantos años de gestión con un semestre.
Si Sir Alex vivía los juegos mascando chicle al borde de la explosión, los grandes ojos saltones de Moyes no transmiten esa energía, más bien impotencia.
El veterano defensa Rio Ferdinand criticó el estilo del nuevo entrenador. Dijo que, a diferencia de Ferguson, anuncia recién a último momento el equipo titular. Para Ferdinand eso crea un desgaste psicológico porque, en lugar de centrarse en el nuevo reto, los jugadores se la pasan pensando: "¿jugaré o no jugaré?".
Mientras el irascible Ferguson se encamina al título de mejor técnico de 2013, en una terna que integra con los alemanes Heynckes y Jurgen Klopp (Borussia Dortmund) , la senda de la gloria de Moyes, sinuosa y frágil, pasa por la aduana de la Champions y por el grado de tolerancia de un plantel acostumbrado a ser siempre ganador.
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