La Selección Mexicana jugó ayer su segundo partido de la "era Martino"... y lo ganó fácilmente.

Ante el frágil representativo del futbol paraguayo, los tricolores desplegaron a placer su futbol y resolvieron en 25 minutos el trámite del partido, que después se complicaron por su exceso de confianza.

Tras el meritorio triunfo ante la escuadra chilena, la tranquila victoria sobre la paraguaya.

Más allá de los dos resultados iniciales y del aprovechamiento que pueda sacarse de sendos partidos, se antoja alentador lo esencialmente exhibido en el arranque de esta nueva etapa tricolor.

En esta ocasión, como lo manifestó el propio Martino, resultaba lógico cambiar por completo la alineación de ayer martes con respecto a la utilizada el viernes, pero lo importante es lo que dio a entender después de manifestarlo: más adelante la tónica no será ésa, no habrá tantos cambios de jugadores, ni en la forma de jugar.

Además de la bienvenida sensatez y la necesaria cautela que en términos generales Martino ha enarbolado en sus declaraciones (sólo podría reprochársele el haber hecho tan público el asunto de Corona, que debió ser manejado más en corto), las ideas de lo que pretende en la cancha han sido claras, inobjetables y por lo tanto alentadoras.

El anterior proceso mundialista dejó las ineludibles interrogantes: ¿daba o no para mucho más esa generación de futbolistas?, ¿el nivel exhibido y la actuación ofrecida ante la Selección Alemana en la Copa del Mundo 2018 debieron ser la regla y no la excepción?

Ahora, con un director técnico capaz de poner a los tricolores a jugar como saben hacerlo, lo esencial de ambas interrogantes podría ser despejado.

Si hace unos meses en teoría parecía haber tres o cuatro mejores alternativas para la dirección técnica de la escuadra mexicana, en la práctica Gerardo Martino se ha encargado de justificar con creces su nombramiento, de demostrar que en este incipiente ciclo mundialista el conjunto tricolor está en buenas manos.

Ojalá se mantengan éstas así de sensatas, así de transparentes y así de limpias.

 
Twitter: @rgomezjunco