Amables aficionados: faltan dos meses para el gran experimento de la NFL, el ensayo de desafiar a la naturaleza celebrando su juego más importante en el norte del país, a la intemperie, en un estadio abierto.
Ya se ha jugado el Súper Tazón en ciudades frías, Minneapolis, Detroit, Indianápolis y Dallas, pero en todas estaba el albergue del estadio cerrado.
No así en Nueva Jersey el próximo 2 de febrero, ahí se pedirá al aficionado que soporte un mínimo de 7 horas a la intemperie, contando con las dos para llegar y entrar al estadio, las 4 del partido, y mínimo una más para regresar a su hotel o lugar de residencia.
Es una barbaridad, sin incluir la disminución de rendimiento de los equipos bajo esas condiciones de clima.
La Liga está contando con que haya un día soleado y quizá con sólo unos grados por debajo del punto de congelación, lo cual ya es bastante demandante, pero por igual podría ser un día de ventisca, con lluvia helada o nevadas, que daría al traste con este espectáculo tan cuidado.
El domingo pasado ya hubo 6 partidos jugados con temperaturas abajo de cero grados centígrados, en Kansas City, Boston, Cleveland, Nueva York, Green Bay y Baltimore, y eso que apenas era noviembre.
Pero bueno, la NFL se jacta de su buena suerte y quizá le toque el mejor día de invierno. Por lo pronto, la fecha 13 ofrece dos partidos estelares. Denver y Kansas City, ambos con 9-2, están en proceso de definir la División.
El lunes Nueva Orleans visita a Seattle, los dos conjuntos parece que ganarán en sus grupos y este es un preámbulo de lo que podría ser su enfrentamiento en Postemporada.
Por ahora, hacemos una pausa.
fjgonzalez@cancha.com
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