Gerardo Martino todavía no aparece oficialmente en el banquillo de la Selección Mexicana y la polémica en torno al estratega se desató este fin de semana.

Y todo por no saber (querer) leer como se debe. Y todo porque algunos medios en la voracidad de la inmediatez no informan con claridad, tergiversan y confunden al que de por sí lee a medias o al que se limita a leer uno que otro encabezado con desparpajo y desinterés. Tal como lo haría alguien que hojea una vieja y manoseada revista mientras le cortan el pelo.

En primaria recuerdo bien la clase "Lectura de Comprensión", fundamental para la formación. Y es que desde ahí, desde el buen entendimiento, es posible elegir las batallas que verdaderamente valen la pena para evitar el desgaste (debate) innecesario.

El pasado viernes, un correo electrónico llegó a las mesas de redacción y decía lo siguiente: "La Dirección de Selecciones Nacionales da conocer la lista de convocados por Gerardo Martino para la primera concentración local de preparación. Un esfuerzo dirigido a los jugadores de la Liga como parte de la preparación para los partidos de marzo".

Y después, el listado de 24 jugadores convocados.

A partir de ese momento, las primeras críticas a quien todavía no dirige ni un molero partido y a los dirigentes que no fueron capaces de "convencer" a quienes aún andan en tierras europeas. Todo, por leer (interpretar) en rojo algo que está en amarillo.

Ahora entiendo los resultados de la encuesta del Módulo de Lectura (MOLEC) que realiza el INEGI. Los mexicanos están dejando de leer.

En los últimos tres años, el número de lectores en el país se redujo un 7.8 por ciento.

Según la encuesta, la carencia lectora se debe a diferentes factores: la falta de tiempo es la más citada con un 45.6 por ciento; la falta de interés con un 24.4 por ciento, mientras que un 14.8 prefiere realizar otras actividades.

Y aquí viene lo más interesante. La encuesta arrojó que más de las tres cuartas partes de la población considera que comprende todo o la mayoría de lo que lee, pero que un 21.6 por ciento entiende la mitad o poco de lo que leyó. Sí, la mitad, o peor aún, poco.

El comunicado hablaba de preparación, de una primera concentración local y NO de que esa fuera la convocatoria definitiva para los juegos amistosos de la próxima fecha FIFA.

Por leer a medias, se originó una batalla innecesaria, ociosa e infructuosa. Que si Vega merecía el llamado, que cómo era posible que Orbelín estuviera y no Herrera y Guardado y que dónde estaba Lainez si ya es figura con el Betis.

¡Qué miedo ese 21.6 por ciento! Pensar que se puede arrojar una bomba molotov antes de terminar de leer un primer párrafo y con ello desatar una guerra. Y todo, por un malentendido.

 
Twitter: @CARLOSLGUERRERO