Como en el Mundial de Sudáfrica, Uruguay fue la última Selección en clasificarse a Brasil 2014.

Y para la historia futbolera de ese país, no es poca cosa volver a canchas brasileñas y soñar con una Final en el Maracaná, donde en 1950 le quitaron la gloria a la oncena locataria.

Alcides Ghiggia, el autor del gol de la victoria es hoy el único sobreviviente de aquél histórico día. Cuando Uruguay recibió el miércoles a Jordania en el Centenario, el héroe celeste fue llevado en un carrito de golf hasta el centro del campo y presentado a los 60 mil espectadores. Contó Ghiggia la jugada que a sus 86 años es aún el motor de su vida. Dijo que cuando entró la pelota al arco brasileño, su compañero Óscar Miguez le reclamó que no le había pasado el balón. "Dejala ahí, que ahí está bien", le contestó.

En la pantalla del estadio pasaron el gol y los hinchas hicieron lo que no pudieron antes, mayormente por la edad: gritar en masa el tanto que entró a la historia y dio lugar al Maracanazo.

Los celestes y los "verdeamarelhos" han chocado 71 veces, con una clara ventaja brasileña de 33 ganados, 19 empatados y 19 perdidos. Solamente han jugado dos veces en Mundiales, con una victoria para cada quien. El triunfo del "Scratch" (3-1) fue en México 70. El más reciente partido fue en Confederaciones de este año. Ganó Brasil 2 a 1.

Pese a que la goleada uruguaya en Amán ante Jordania presagiaba una victoria similar, apenas pudieron empatar 0 a 0, poniéndoles en la situación insólita de jugar prácticamente clasificados. Una extrañeza para un equipo acostumbrado a sufrir.

Tal vez para animar un trámite aburrido, durante el partido se vio en lo alto de una tribuna a un individuo vestido de fantasma con una túnica blanca que decía 1950 y enarbolaba la bandera uruguaya.

En el entretiempo, en la transmisión televisiva local, se emitió un anuncio que mostraba a una figura espectral vestida de celeste paseando por lugares emblemáticos de Río de Janeiro, asustando a desprevenidas bañistas y transeúntes, dominando la pelota en medio de la playa, bailando en el Sambódromo y parándose frente al mítico estadio. "El fantasma del 50 ya está en Brasil", coronaba la campaña publicitaria de Puma, el fabricante del uniforme charrúa. (http://www.youtube.com/watch?v=E42U_jOPr_E)

El fenómeno se volvió viral en las redes, llegó a Brasil y desde allí buscaron la opinión del capitán Diego Lugano, un ex ídolo del Sao Paulo. El defensa lo consideró una falta de respeto para la afición brasileña.

Más que por educación o diplomacia, Lugano sabe que "el fantasma del 50" también presionará a los jugadores celestes, cuya afición pese a su escepticismo tradicional querrá que otra vez se produzca un nuevo milagro.

 
@MUNDODEPELOTA

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