Mi columna de la semana pasada causó mucha polémica sobre nuestro mayor exponente en la F1, pero fue mi reacción tras oír la noticia por la desilusión a un sueño que se hacía realidad. Fui muy duro con mis comentarios, que aunque ciertos fueron inoportunos.
Mi crítica fue personal. Como piloto, "Checo" es fantástico y lo volvió a demostrar en Austin. Si fuera más constante, lo tendría todo. Me fascina su exuberancia y agresividad, pero hoy en día la F1 es muy complicada y los pilotos deben ser muy completos dentro y fuera del auto.
Martin Whitmarsh es un tipazo y le quedaré eternamente agradecido por la oportunidad que nos dio. Él solo dentro de McLaren fue quien lo empujó tanto y aún ahora trata de ayudarlo para que siga en F1. Las razones del divorcio sólo él y Sergio las sabrán, lo cierto es que esperaron hasta la última hora porque la decisión era de alto riesgo para McLaren. Por eso pienso que algo grave sucedió, porque tomar a un novato contra los tres años de "Checo" en los que demostró que en un buen día puede ganarle a los mejores, ciertamente no fue fácil y el tiempo nos dirá quién tenía la razón.
Me sentí muy herido y me dolió mucho escribir esa columna. Estaba ilusionado y ahora tendremos que esperar muchos años para tener un campeón de F1, años que yo ya no tengo.
La carrera en Austin, sin tanta degradación de neumáticos, fue un paseo para Red Bull y para que Sebastian Vettel lograra más récords. Hasta ayer me enteré del castigo contra Esteban, ¡10 sitios en parrilla!, se me hizo muy severa, sobre todo cuando Pastor Maldonado no le dio mucha importancia. Pese a eso, Esteban manejó bien y agresivo, pero partiendo 20 la oportunidad de llegar a los puntos era mínima. Sergio demostró lo que sabe hacer mejor y que tiene mucho que ofrecer a su futuro equipo.
De los Red Bull ni hablar, pero tremenda carrera de Romain Grosjean con un Lotus que mejora en pista pero con grandes problemas económicos. Fernando Alonso con una carrera ejemplar, el tipo es un genio. Nico Hulkenberg grita por una mejor oportunidad con un Sauber que también mejora, y gran fin de semana para Valtteri Bottas al sumar puntos en el mismo Williams en el que Maldonado volvió a desilusionar, ¡e inclusive acusó al equipo de sabotaje!
Un circuito fantástico, pero pese a tener dos zonas de DRS los rebases son difíciles. Con estrategias de una sola parada fue una aburrida carrera, aunque fue agradable ver las banderas de México y las gradas repletas de aficionados. No cabe duda que la F1 regresó a los Estados Unidos por la puerta grande.
Ahora, a Brasil, a la última cita del año.
jo.ramirez@reforma.com
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