Hasta antes de los duelos del pasado fin de semana, Jefes, Carneros y Patriotas eran tres indiscutibles en la lista candidatos para llegar lejos en la postemporada. Con mariscales de campo de calidad, ofensivas plagadas de jugadores talentosos y con experiencia reciente en Playoffs era fácil suponer que al menos uno de esos tres equipos conseguiría jugar la edición LIII del Super Bowl. Hoy, el panorama se ha modificado, y a dos semanas del final de la campaña regular, Andy Reid, Sean McVay y Bill Belichick tendrán que trabajar a marchas forzadas para evitar un final de temporada prematuro para sus respectivos equipos.

Kansas City tenía el boleto a los Playoffs amarrado y buscaba, con un triunfo sobre los Cargadores, asegurar el banderín de la división y acercarse a la posibilidad de terminar la campaña con la mejor marca de la Conferencia Americana. Luego de haber perdido una ventaja de 14 puntos en la recta final del partido, las dudas en torno a la defensa se han incrementado. Además, el hecho de haber perdido ante Carneros, Patriotas y Cargadores es una señal de que los partidos importantes le cuestan trabajo a los Jefes.

Los Angeles, a pesar de la derrota ante Chicago, compartía con Nueva Orleans el mejor récord en la Nacional, y habiendo asegurado la división, buscaban ante Filadelfia mantenerse como uno de los dos mejores de dicho sector. La derrota ante el campeón reinante, jugando en casa, ha profundizado la crisis de un equipo que no ha vuelto a ser el mismo desde la semana de descanso. Los Carneros tendrían que derrotar a Arizona y San Francisco para cerrar la campaña, pero si no elevan su nivel pronto, poco tendrán que hacer frente al resto de los clasificados a la postemporada.

Finalmente, Nueva Inglaterra tenía la posibilidad de ganar su división con un triunfo sobre Pittsburgh, un equipo contra el que Tom Brady solamente había perdido dos veces a lo largo de su carrera. Tras un partido plagado de errores, en el que Rob Gronkowski fue borrado por la defensa de los Acereros, los Patriotas perdieron su segundo partido en fila y siguen sin poder coronarse en el Este de la Americana. Además, corren el riesgo de tener que jugar fuera de casa a partir de los Playoffs Divisionales, algo que para una escuadra que sólo ganó 3 de 8 duelos en gira, podría resultar fatal.

Así las cosas, tres escuadras con elementos de sobra para pensar en grande, parecen haber entrado en una mala racha en el peor momento. Ya veremos si son capaces de corregir a tiempo, o si simplemente se suman a la lista de equipos que fueron incapaces de jugar a su máximo nivel a la hora buena.

 
Twitter: @JosePabloCoello