Que molesto es leer en CANCHA que un líder de las porras-barras, grupos de animación, -como se llame- amenazaba con secuestrar la calle para que Cruz Azul no llegara a la Final de vuelta si no le daban boletos para el partido definitivo.

Que reconfortante saber que ese descaro fue apagado rápidamente.

La declaración del líder de la Monumental hacía esquina con Buenos Aires antes de un River-Boca.

Es difícil aprender en cabeza ajena por más dramático que haya sido el mal ejemplo. Pero hay gente experta en estos asuntos que en México desactivó sin espantarse y con sapiencia el problema.

Y es que esta Final entre América y Cruz Azul no merece -igual que ningún partido- manchas de ese tipo.

Ha sido tan perfecto el paso de uno y otro finalista que, pese al esfuerzo de los otros participantes en la liguilla, se dibujaban como los ideales por sus números, antecedentes, rivalidad y momento.

El encono deportivo que han sembrado entre sí a lo largo del tiempo concluyó con un estupendo día de medios, en el que imperó la buena convivencia. Gran idea de la Liga MX adoptando buenas prácticas de otros países.

Fue grato, ilustrativo y en algunos momentos hasta picante ver interactuar a Pedro Caixinha y Miguel Herrera, dos de los favoritos de la prensa deportiva porque hacen muy bien lo que otros evitan: hablar de futbol.

Se comprometen, se marcan algún jab, se dan la mano y se despiden con un "hasta mañana" prometedor.

Llegó el día de la primera Final que debe ser de alta calidad por los ingredientes que la componen. Igual que la segunda.

Los estilos son poderosos y tendrán los entrenadores sesiones mentales extensas pensando cómo contrarrestar al de enfrente sin perder potencia ofensiva. Jugando futbol, que eso es lo que los 2 saben hacer.

América ha repartido su responsabilidad ofensiva entre 13 jugadores y posee una velocidad notable por las bandas. Su juego aéreo es impecable.

Cruz Azul subraya más a sus dos goleadores, pero hay varios que también contribuyen a la cuota.

Por arriba también tiene torres, Marcone en la contención es del mismo gran tamaño futbolístico que Guido Rodríguez y posee hombres que también ocupan los carriles con enorme peligro.

Algunas dudas que ayudarán a resolver el partido son si Aldrete podrá detener a Renato que se le ha complicado siempre; si Elías Hernández y Alvarado podrán dar brillo en un medio campo que no perdonará intermitencias. Si los delanteros del América van a depender menos de que los balones parados y los defensas goleadores les hagan la tarea y si no habrá algún imponderable que termine pesando: un error, una tarjeta, un imprevisto.

Esta Final debe tener calidad exportación y pronóstico reservado.

Tiene todo para ser un canto al futbol.

 
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