Gustavo Matosas, técnico de los Esmeraldas, cumplió con su promesa y vimos a su equipo atrevido y envolvente, aunque a veces descuidado defensivamente.
Afortunadamente para los Tigres, el buen futbol de las fieras verdes sigue sin ser acompañado por la efectividad ofensiva, ya que 20 goles anotados son pocos para la cantidad de veces y la facilidad con que llegan al área rival, de lo contrario estaríamos hablando de otra cosa.
Los Tigres no jugaron un mal partido, tampoco los elogiaré por lo que hicieron, aunque siento que lo que dejaron de hacer en la ofensiva y las muchas veces que fueron superados en la defensiva fue más por méritos de su rival que por sus propios errores, por supuesto que el gol de Carlos Peña debe ser considerado como una excepción.
En el gol de Peña, Torres Nilo se desubicó total e infantilmente en la jugada.
Si el León hubiera abandonado la cancha del Uni con la derrota, hubiera sido una injusticia, y la prueba de ello fue que uno de los mejores hombres de los Tigres, quizá el mejor, fue su portero.
Enrique Palos, quien muchas veces apareció como candidato a villano, tuvo una destacada actuación, principalmente en el primer tiempo, aunque estuvo a punto de hacer una de las suyas.
Normalmente en mis análisis no entro en detalles sobre las actuaciones arbitrales, pero no puedo dejar de comentar el pésimo trabajo de Óscar Macías, que, combinado a un par de grandes atajadas de Palos, terminaron siendo factores principales para que Tigres llegue a la última jornada todavía con vida.
NO SE DEJEN ENGAÑAR
La buena victoria de Monterrey y el espectacular gol del "Chupete" Suazo no debería cambiar las cosas.
No se debe permitir o pensar que 90 minutos de mejoría rayada borre u oculte las horas y horas del fracaso futbolístico que tiene fuera de la fiesta grande a un plantel que fue armado para ser campeón.
Digo eso porque ya he visto este cuento, ésa es una historia ya conocida, equipos y jugadores que no han funcionado durante toda una temporada se visten de grandes en los últimos partidos para asegurar o mantener jugosos contratos y con eso terminan confundiendo o ilusionando a sus aficionados y, en muchos casos, a sus directivos.
Debo admitir que lo enseñado ayer por Rayados en el Estadio Luis "Pirata" Fuente fue una plausible mejoría, pero para nada confiable.
No se dejen engañar, lo que vimos a largo de este catastrófico torneo del Apertura 2013 es la verdadera realidad de este Monterrey.
careca@elnorte.com
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