En su labor como coordinador ofensivo, Frank Reich fue una pieza fundamental en la ruta de las Águilas de Filadelfia rumbo al título de la NFL el año anterior.

El trabajo que realizó al frente de una unidad que funcionó tanto con Carson Wentz como con Nick Foles en los controles, lo convirtió en un candidato muy atractivo para convertirse en entrenador en jefe a partir de la temporada 2018. Sin embargo, los puestos disponibles se fueron llenando uno a uno en las horas previas al Super Bowl LII, mientras Reich seguía trabajando al lado de Doug Pederson y el resto del equipo campeón de la Conferencia Nacional.

No fue sino hasta que Josh McDaniels se echó para atrás de su compromiso con los Potros, que el equipo de Indianápolis decidió darle las riendas del equipo a Reich, un hombre que ya había trabajado para la institución como asistente entre 2008 y 2011. La gran incógnita previo al inicio de la temporada era saber si Andrew Luck podría dejar atrás sus problemas físicos, y si el gerente general en combinación con Reich, podrían armar en torno al egresado de Stanford una línea ofensiva competitiva.

Tras un inicio complicado, en el que perdieron cinco de sus primeros seis compromisos, los Potros parecen haber encontrado la brújula y con cinco triunfos al hilo se han metido a la pelea no sólo para ser uno de los dos Comodines en la Conferencia Americana, sino para disputarle el título de la División Sur a los Texanos de Houston. Andrew Luck ha ligado ocho partidos tirando al menos tres pases de anotación y va camino a superar los 40 que acumuló en 2014, su mejor campaña hasta el momento. Además de tener un rating de 102.7 y más de tres mil yardas por aire, solamente ha sido capturado en 11 ocasiones detrás de la línea de golpeo, un signo inequívoco de la apuesta exitosa del equipo por reforzarse en las trincheras.

Hace un año, Reich hizo un trabajo extraordinario para convertir, en poco a tiempo y en plena recta final, a Nick Foles en un mariscal de campo eficiente y ganador. Ahora, en su primera oportunidad como mandamás al frente de un equipo de la NFL, Reich se está encargando de devolverle la ilusión y el amor propio al jugador franquicia de los Potros. En sus primeros tres años en la NFL, Luck pasó de jugar el duelo de Comodines, a disputar un Playoff Divisional y finalmente un Campeonato de Conferencia. Tras lo visto hasta ahora, no veo por qué, con tan sólo 29 años y con un entrenador en jefe capaz, Luck no pueda aspirar a pelear muy pronto con los pesos completos de la Conferencia.

 
 
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