Al futbol mexicano se han animado a venir algunos futbolistas inmortales hacia el final de su carrera.

Pirri y Asensi con el Puebla, Bakero con el Veracruz, Guardiola a Dorados y hasta Bernd Schuster a los Pumas para jugar a ratitos durante nueve partidos antes de irse a consulta dental a Alemania para no regresar nunca más.

Eusebio da Silva jugó en los 70 un rato con el Monterrey, ya disminuido físicamente tras una carrera fulgurante. Algún destello dejó igualmente la "Pantera Negra de Mozambique".

Ronaldinho vino al Querétaro, con la dificultad de hacerlo con un club tan pequeño en presupuesto como aquel Celaya de Emilio Butragueño.

El "Buitre", profesional a carta cabal, hizo 26 goles y logró el subcampeonato -igual que Gallos- además de una notoriedad nunca antes vivida por el club.

Claudio el "Piojo" López e Iván Zamorano vinieron al America para ser campeones y dejar un recuerdo imborrable pese a lo corto de su estancia.

Pero Andre-Pierre Gignac se cocina aparte.

El anuncio de su renovación en Tigres le hace ser seguramente el jugador europeo -o venido del Viejo Continente- más exitoso de nuestra historia en el futbol profesional.

A poco de sumar 100 goles en México, colecciona títulos, pelea de nuevo el de máximo artillero y celebra quedarse con los Tigres, su casa, durante un tiempo más.

La calidad del francés está fuera de toda duda, pero también lo está su liderazgo, disposición, personalidad y amor por el juego.

Es temperamental por el origen de su sangre y también porque no hay genios que no lo sean.

Llegó, cierto, a un equipo con posibilidades económicas casi fuera de serie en la Liga MX, pero ha sabido hacer aún más grande a su franquicia, a sus compañeros y a la afición de los Tigres.

Futbolistas como él proyectan a México hacia otras Ligas del mundo y al menos despiertan curiosidad por saber que está pasando aquí.

Y le harán pensar a otros prospectos importantes que sean tentados a venir, que seguramente el nuestro no es tan mal lugar.

A punto de cerrar el Torneo Regular este fin de semana y sin saber el futuro de Tigres en la competencia, la noticia va más allá de eso.

A Gignac lo queremos mucho tiempo más y jugadores como él, queremos muchos.

Dan resultados, dan ejemplo y dan gusto.

 
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