"El año pasado vi algunas señales de grandeza, pero no sabía lo que significaba o a dónde me llevaría, ahora veo que voy en la dirección correcta".

Bryson DeChambeau, campeón en Las Vegas
 
 
 
Siguen dándose buenos resultados de jugadores mexicanos en las giras profesionales.

Semana tras semana tenemos algo placentero para charlar y creo que seguirá siendo el tema por un buen tiempo.

La semana pasada volvió a ser Abraham Ancer el que lució en el PGA Tour, una vez más y en tan sólo tres torneos en la temporada. Esta vez, Ancer terminó cuarto lugar en Shriners Hospital for Children Open, jugado en Las Vegas al tirar para un 17 bajo par y a tan sólo a cuatro golpes del primer lugar, Bryson DeChambeau.

Ancer se esta convirtiendo en un jugador muy respetado en la Gira porque sin aparentar ser el prototipo de golfista-atleta común de hoy en día; alto y fuerte (él es bajo en estatura y no pareciera estar tan fuerte como la mayoría), ha podido entender muy bien sus atributos y sacarle provecho.

La semana pasada cerró la ronda final con cuatro birdies entre los hoyos 13 y 18 después de hacer boogie al hoyo 11. Ancer es uno de los mejores poteadores del momento en la Gira y se está afianzando en consistencia; en sus últimos cinco torneos ha terminado en tres Top 10, y uno de los que quedó fuera fue porque en Corea se lesionó en la última ronda.

El PGA Tour es un lugar donde sólo unos 125 logran mantenerse año tras año, pero en el mundo hay unos mil profesionales que seguro podrían ocupar un lugar ahí.

Para defender el lugar. el profesional debe consolidarse en dos-tres años seguidos a base a optimizar el juego propio. Todos quieren ganar todas las semanas, pero sólo unos cuantos logran ganar y menos de ellos alcanzan a repetir triunfos.

Los que se consolidan antes de triunfar es porque aprovechan al máximo el juego propio y continúan mejorando en la medida que se asientan en el ambiente y en el conocimiento de los campos, saben que unos acomodan mejor para el juego propio que otros.

Ancer está en ese momento y no podría ser mejor momento que llegar así al Mayakoba Golf Classic, en La Riviera Maya, donde ya conoce muy bien el campo y terminó en noveno lugar el año pasado.

Ancer podría ser, sin duda, el mexicano que gane un torneo del PGA Tour por primera vez desde que lo hizo Víctor Regalado hace 50 años, pero no está solo en esa lucha porque Carlos Ortiz ya dio muestras con ese tercer lugar de hace dos semanas, y también veo que José de Jesús Rodríguez y Roberto Díaz se están subiendo a la ola y quieren aprovechar la inercia que da la confianza de ver el éxito en alguien cercano (amigo).

La semana pasada estuvieron liderando durante las dos primeras rondas.

Mayakoba está programado para que esté en su último año, creo que se podría despedir de México con el triunfo de un compatriota.

Hasta el próximo green.

 
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