El Cruz Azul disfraza la ausencia de jerarquía en el juego de los equipos llamados caros. A sólo dos partidos de los "playoffs", la Liga MX no es dominada por alguien.

Sin duda existe la eficiencia para ganar puntos, pero en términos de calidad de futbol, todos están revueltos. El hecho de ver que el equipo líder contabiliza 22 goles a favor con 12 permitidos y, el octavo general registra 25 marcados y menos 17 recibidos, nos vela para determinar cuál de los dos juega mejor.

Pumas, por ejemplo, con una inversión raquítica comparada con la que magistralmente trazó Cruz Azul, mereció por lo menos el empate ayer en CU.

Siguiendo con los ejemplos, Tigres sufrió seriamente mientras Morelia tuvo a 11 en la cancha. El equipo de Ferretti no recibió dos goles en los primeros 20 minutos de milagro.

Rayados, por su parte, fue superado en su casa ante un plantel anémico y maltratado, como es el Veracruz. La diferencia fue el atípico zapatazo de Pizarro, pero también las siete atajadas de Barovero. Y cuando tu portero es figura contra un equipo que no va a rebasar las 11 unidades en el torneo, la crónica sólo puede ser firmada con un "se ganó" y punto final.

A diferencia de la era Mohamed, en Rayados ya no se habla de tridentes, ni de cuartetos fantásticos, sino de héroes anónimos, no obstante que el plantel es básicamente el mismo.

En el equipo del Miguel Herrera, con supuestas figuras como Roger Martínez, Ibargüen, Ibarra, Uribe más Oribe Peralta, con apuros alcanzó ocho disparos contra Cruz Azul y nueve ante el Toluca.

Por el lado de Tigres, la tradicional solidez defensiva se ha biodegradado al punto que no hay partido donde por lo menos les fabriquen cuatro o más jugadas de gol.

En nuestro futbol, la estrategia y el contragolpe se valora más que la posesión. Y cuando todos adoptan rifar el balón y se tiran a cerrar los espacios cuando pierden la pelota, ¿de qué sirve tener planteles caros si a estos los ponen a hacer funciones de futbolistas comunes y corrientes?

Señores, mientras sigamos empecinados en sostener con arrogancia que "eso de tener la pelota no sirve de nada", nuestra liga permanecerá sin referentes y referencias.

¿O sólo explíqueme usted por qué clubes como Toluca, Pumas o Querétaro, teniendo "rosters" con un costo de menos de la mitad que Tigres, América o Monterrey, suman sólo tres o cuatro puntos menos por torneo que los llamados ostentosos?

Ricardo Peláez entendió que en México entre lo majestuoso y lo austero sólo existe una burbuja de jabón y, básicamente, armó lo que aquí llamamos trabuco sumando a Pablo Aguilar, Elías Hernández, Caraglio, Roberto Alvarado y Marcone.

El resto de la historia la estamos viviendo: Cruz Azul con una tasación (Transfer Market) de 40 millones de euros, hoy se ve igual o más que Tigres, América y Monterrey, que valen más de 58 millones.

PD. "Precio es lo que pagas, valor es lo que recibes".- Warren Buffett.

Lo escrito, escrito está.

 
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