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La adversidad enseña
Rafael Alarcón | 30-10-2018
en CANCHA
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"El golf muestra una extensión de la personalidad, si la persona toma riesgos en el campo, también los tomará en los negocios".

T. Boone Pickens
 
 
Hace un par de meses recibí una llamada de Alan Bratton, coach de golf en Oklahoma State University (OSU), para invitarme a regresar unos días a mi Alma Mater. La Universidad y el programa golf querían reconocernos al equipo campeón del NCAA 1978. Eran 22 años sin cruzar el Red River, tenía que volver a hacerlo, el sentimiento por el Alma Mater es algo que en mis cinco años de Cowboy quedó bien incrustado e hizo correr por mis venas el color naranja. Decidí organizarme para recordar y revivir una de las mejores etapas de mi vida y de seguro la de mayor formación para mi carrera, esta vez invité a mi hijo que conociera cómo es el golf en OSU.

La primera escala fue una jugada casual en Oak Tree National, uno de los campos más difíciles del mundo, el rating de campo es 79.8 (relatividad del par de campo de acuerdo a su dificultad), y donde nuestro coach, Mike Holder, nos hacia calificar especialmente cuando el clima era inclemente. No sé realmente por qué quise hacerlo porque los recuerdos son como pesadilla, era casi imposible hacer par de campo y cuando el clima era como el coach deseaba (mucho viento, frío y lluvia) romper 80 era la meta. En mi primera calificación en 1976 tiré nada menos que 92 (el mejor fue 81), ese día me quería regresar al cobijo de Guadalajara.

Al siguiente día fue el torneo Pro-am, que sirve para recaudar fondos para los programas y reconocer a los jugadores del pasado. Fuimos 33 ex jugadores, entre otros Ricky Fowler y Kevin Tway, se reconoció al equipo campeón del año pasado y a nosotros, de 1976, dirigidos por Mike Holder y los jugadores éramos Lindy Miller, David Edwards, Bob Tway, Britt Harrison, y un servidor, quienes ganamos en Eugene Country Club, en Oregón en mi segundo año por allá.

A 38 años de haber salido de la Universidad mucho ha cambiado físicamente; el antiguo campo municipal Lakeside, ya no en es la sede del equipo, ahora Karsten Creek es un campo hecho para las prácticas del equipo que tiene absolutamente todo lo necesario y de última generación para impulsar el crecimiento en las habilidades, desde tecnología para el análisis del swing hasta la práctica en diferentes tipos de pasto. Lo que no ha cambiado es que el golf en OSU es una fraternidad fuerte y vinculada a su historia, y tampoco ha cambiado la filosofía de formación de "crear elementos y momentos de adversidad para forjar el juego y carácter de sus alumnos", tal como me dijo el coach Holder en aquel score de 92: "aprenderás a superarlo".

Sensacional inicio de temporada el de Carlos Ortiz al lograr su mejor desempeño en el PGA Tour, tras terminar la semana pasada en tercer lugar en el Sanderson Farms Championship. El resultado tiene al menos dos cosas muy buenas: lo acerca cada vez más a la posibilidad de triunfo y con el dinero ganado su posición en la tabla de elegibilidad mejorará cuando se cumplan los primeros cinco torneos, ahora podrá tener un mejor calendario.

Hasta el próximo green.

 
Twitter: @ralarcon2009
 
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