Para no perder la costumbre, el título que se disputará en diciembre se ve prácticamente para cualquiera.

En la próxima Liguilla pueden darse por instalados el Cruz Azul (23), el América (21) y el Santos Laguna (21). Casi casi en ella el Monterrey (20), el Toluca (19) y los Tigres (18). Descartados el Atlas (5), el Veracruz (8) y los Lobos (10); y tal vez entre los nueve equipos restantes luchen por los dos boletos que todavía se ven más o menos accesibles. Con los Pumas (19), el Pachuca (15), las Chivas (15) y el León (13), aparentemente con mayores probabilidades de obtener alguno.

Todo eso, considerando la posición en la tabla, la actualidad futbolística de cada contendiente, los respectivos potenciales y el calendario de juegos que a cada uno de ellos le resta.

Pero más allá de cuáles sean los ocho equipos que a final de cuentas logren instalarse en esa Liguilla, lo importante será definir en qué lugar lo hacen y, sobre todo, con qué futbol llegan.

Gracias al bienvenido equilibrio de fuerzas, pero también por culpa del generosamente laxo sistema de competencia y de la endémica inconsistencia en el desempeño de los equipos, ya se sabe que en nuestro futbol cada seis meses cualquiera puede alzarse como campeón.

Sin embargo, las probabilidades de serlo se incrementan o disminuyen (según Perogrullo) en la medida en que a la Fase Final se llega o no en las mejores condiciones futbolísticas posibles.

Si el Cruz Azul de las primeras ocho jornadas sería incuestionablemente el principal candidato al título, el de este momento no lo es.

Si el inicio del Pachuca, de las Chivas y del León no daban para apostar nada por alguno de ellos, en este momento a ninguno podría descartársele como aspirante al título en caso de lograr inscribirse en la Fase Final.

Es decir, que no se trata nada más de llegar, sino de hacerlo arriba, cerca del nivel óptimo.

En este momento, acercándose al propio, el América, el Santos Laguna, los Tigres, el Pachuca... ¿y cuál otro?

 
Twitter: @rgomezjunco