Luego de las dos primeras semanas de la temporada regular, solamente siete equipos tienen marca perfecta. Y llama la atención que cinco de ellos son encabezados por mariscales de campo, que al menos por ahora, no son considerados jugadores de élite. Es más, en esa lista hay quienes han pasado buena parte de su carrera como suplentes, y también quienes han tenido que enfrentarse a duros cuestionamientos en torno a su capacidad para ganar con consistencia en la NFL. Es cierto que sacar conclusiones a estas alturas es arriesgado y hasta irresponsable, pero será muy interesante observar cómo evolucionan los cinco integrantes de este grupo conforme vaya avanzando la temporada.

Ryan Tannehill llegó a la Liga en 2012 y desde entonces los aficionados a los Delfines han esperado que se convierta en su mariscal de campo franquicia. A pesar de haber mostrado un progreso interesante entre 2014 y 2016, una lesión le impidió jugar en Playoffs y lo mantuvo alejado del equipo en 2017. Ahora, con dos triunfos al hilo y una defensa competitiva, Miami sueña con poder competir con Patriotas por el título divisional.

Andy Dalton cambió el destino de los Bengalíes y los llevó a la postemporada en sus primeras cinco temporadas en la NFL. Sin embargo, tras lesionarse al final de la temporada de 2015, su nivel vino a menos en las dos campañas más recientes y muchos cuestionaron su continuidad. Ahora, con un corredor estelar, un receptor de primer nivel y un ala cerrado talentoso y sano, Dalton parece tener las armas para volver a competir y buscar ese ansiado primer triunfo en Playoffs.

El caso de Blake Bortles es uno de los más extremos. En sus tres primeros años tuvo tres coordinadores ofensivos distintos, complicando su proceso de adaptación al profesionalismo. Cuando nadie suponía que Jacksonville apostaría por su continuidad, el egresado de UCF tuvo su mejor temporada en 2017 y se quedó a un paso del Super Bowl. Ahora, en la segunda campaña bajo la tutela de Nathaniel Hackett, Bortles se ha mostrado lleno de confianza e incluso consiguió ganarle a Patriotas un partido fundamental.

En 14 campañas, Ryan Fitzpatrick ha jugado para siete equipos diferentes, y solamente Jets y Búfalo apostaron por él como titular indiscutible. Es cierto que su carrera ha tenido varios capítulos brillantes, pero lo que hemos visto hasta ahora en Tampa Bay es lo más destacado. Con dos victorias sobre Santos y Águilas, el veterano de 35 años parece haberle ganado la titularidad a Jameis Winston, convirtiendo a Tampa Bay en una muy grata revelación.

Case Keenum jugó para cuatro equipos en sus primeros cinco años y no fue sino hasta que se encontró con la titularidad el año pasado en Minnesota, que fue capaz de asegurar su futuro con un contrato por dos años y 36 millones de dólares con los Broncos. Y aunque tiene más intercepciones que pases de anotación, ha llevado a Denver a dos victorias viniendo de atrás, devolviéndole la esperanza a la fiel afición de Colorado.

No estoy seguro de que alguno de estos cinco jugadores vaya a ser capaz de llevar a su equipo a la tierra prometida. Aun así, la historia que han escrito hasta ahora los convierte en casos enigmáticos a los que habrá que seguirles la pista.

 
Twitter: @JosePabloCoello