En la lejana y exótica Jordania, lugar que identificamos más con camellos y desiertos y hasta con las aventuras de Lawrence de Arabia, desde esta mañana todos sueñan con ganarle al famoso campeón de Maracaná y dejarlo sin su regreso a Brasil.
Aunque no es estadísticamente un hecho, la Selección jordana, conocida como Al-Nashama (algo así como "Los Caballeros"), se las verá en el Repechaje de noviembre con Uruguay que ayer perdió con Ecuador y, como es ya casi otra tradición celeste, aseguró el quinto lugar y su cuarta Repesca consecutiva.
Para llegar a esa instancia, el equipo árabe eliminó sorpresivamente (y heroicamente) por penales a Uzbekistán, pese a no contar con tres de sus titulares que cumplieron una suspensión. Habían empatado en su tierra y empezaron perdiendo con los uzbekos.
Remontar la adversidad parece ser una de las características de esta Selección que tras ser derrotada por Australia, Omán, Iraq y Japón en la ronda asiática, logró en casa rescatar 10 puntos (tuvo siete goles a favor y 16 en contra) que le dieron la opción contra los ex soviéticos, al clasificarse tercera del grupo por detrás de nipones y australianos.
El príncipe Ali Bin al Hussein, que es el presidente de la Federación jordana calificó al equipo, como "una sólida estructura" formada por "héroes capaces de jugar cada partido convencidos del éxito gracias a su unidad de equipo".
Ese parece ser el espíritu que la ha infundido el entrenador Hossam Hassan, una leyenda del futbol egipcio sin experiencia internacional como técnico aunque jugó en Italia 90, que tomó el relevo de una Selección en ruinas y se animó a decir que la clasificación mundialista era una meta alcanzable.
Jordania está colocado en el ranking de la FIFA de septiembre en el lugar 73, por debajo de Sierra Leona y por encima de Marruecos. Comenzó a jugar Eliminatorias a partir de México 86, sin haber estado a sólo 180 minutos como ahora de llegar a un Mundial.
La debilidad del equipo árabe queda patente si lo comparamos con el desempeño de sus potenciales rivales en esa clasificación durante el último año. El promedio del lugar jordano ha sido el 82 y el de Uruguay el 13. Parece un trámite fácil para los sudamericanos.
Pero el medio Al Murjan, quien logró la igualada ante los uzbekos con un golazo de 35 metros, tiene un naipe bajo la manga. Este joven de 23 años perdió a su madre antes del crucial partido. "Ella era la persona más cercana y siempre me apoyaba en cualquier circunstancia. El día del partido me había jurado que quería hacer algo especial para ella. Hacer el gol y ayudar al equipo a pasar al siguiente escalón, era lo que deseaba profundamente.
"Antes de ese partido tuve la premonición de que ganaríamos y se la conté a mis compañeros. Después de la victoria me lo recordaron y me pidieron que la repitiera antes de la Eliminatoria intercontinental", confiesa en el portal de FIFA.
Aunque en el futbol todo puede pasar y los uruguayos suelen decir que son capaces de darle esperanzas al más débil, ¿será suficiente la corazonada?
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