México tiene a favor la jerarquía, la historia y la competitividad a gran nivel de sus jugadores.
Panamá tiene a favor el conocimiento de cada jugador mexicano y la experiencia de haber neutralizado a cada uno de ellos este mismo año.
México tiene en contra una inmensa presión que exige, no solo la eficiencia desde el primer minuto, sino la infalibilidad.
Panamá tiene en contra la necesidad de realizar un partido perfecto defensivamente.
México tiene a su favor el debut de un director técnico con otro discurso, con otra personalidad y con otras ideas tácticas.
Panamá tiene a favor el conocimiento impecable de un sistema desarrollado durante 3 años.
México tiene en contra la poca paciencia de su público, tan dolido y poco tolerante hoy en día.
Panamá tiene en contra la posibilidad de permitir que despierte una afición mexicana tan necesitada de festejos y dispuesta a reaccionar ante un funcionamiento atinado de su equipo.
México tiene a favor un excelente portero, centrales de probada calidad, laterales de gran dinámica, volantes defensivos de buena recuperación, ofensivos de habilidad con rapidez y atacantes que manejan diferentes remates.
Panamá tiene a su favor un arquero en el mejor momento de su carrera, línea defensiva comprometida con su principal función, volantes mixtos de gran sacrificio y atacantes con capacidad de desdoblar, retener el balón, rematar y disparar desde fuera del área.
México no tiene a su favor el factor contaminación y calor seco, que siempre debió considerarse al establecer horarios. Para colmo, la FMF no tuvo el tino de asegurar el lleno en el Estadio Azteca mediante promociones o precios bajos.
Panamá tiene a favor la posibilidad de jugar de noche, con probabilidad de lluvia y sin sentir los estragos que todo futbolista foráneo acepta al jugar durante la tarde en la Ciudad de México.
México tiene a su favor la enorme incertidumbre de su alineación, misma que todo mundo especula y nadie asegura. Anteriormente era muy predecible, hoy existen varias alternativas.
Panamá no tiene a su favor variantes para sorprender a su rival. Juega igual con unos y con otros, sus modificaciones tácticas son mínimas.
México tiene en su contra que ni uno, ni dos goles son suficientes para obligar a los canaleros a dejar espacios y abrirse.
Panamá tiene en su contra la falta de suplentes con peso similar a los titulares.
México y Panamá tienen muchos factores a favor y en contra que se han desarrollado en el último mes y que, hasta el último minuto de este encuentro, continuarán incidiendo en una fecha fundamental para ambos.
@Felixatlante12
ffernandez@reforma.com
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