Enhorabuena para el silbante Ricardo Arellano por su labor realizada en el Clásico ya que no influye ni interviene en el marcador, no obstante que en el primer tiempo sancionó 19 faltas y que el Asistente 1, Alberto Morín, se equivoca al no sancionar un fuera de fuego flagrante de los locales al minuto 6; afortunadamente no cae el gol. Como tal habrá que felicitarlo y desearle que su Comisión lo repita en la siguiente jornada. Lástima que esta actuación no lo salva de perder su gafete de FIFA. ¿O sí?
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Puso fin a su trayectoria de 20 años como árbitro profesional de futbol el 24 de marzo de 1996, durante el juego Cruz-Azul-América en el Estadio Azteca. Le correspondió representar al arbitraje mexicano en dos torneos preolímpícos y un Premundial femenil, así como pitar cuatro Finales del futbol mexicano. Se incorporó como colaborador de Grupo Reforma a una semana de su retiro del arbitraje y fue analista de TV Azteca durante más de siete años.
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