El América y las Chivas serán hoy los protagonistas del partido más atractivo de esta Jornada 13.
O si no protagonistas por lo menos participantes, porque estrictamente hablando en lo que va del torneo, el papel de protagonismo sólo ha sabido asumirlo, muy bien asumido, la campeona escuadra americanista.
Como hace mucho no sucedía, a esta edición del Clásico Nacional ambos equipos llegan en condiciones radicalmente distintas.
El América como líder con sus 28 puntos, SEIS arriba del segundo lugar, con un partido pendiente, desplegando un futbol claramente superior al desplegado en el anterior torneo, más eficiente, más consistente, más balanceado, con mayor flexibilidad y riqueza ofensiva y mayor capacidad para imponer condiciones en cada partido.
El Guadalajara, en cambio, con sus OCHO puntitos y en el lugar 15, con una leve mejoría en su desempeño en las más recientes jornadas, tan leve que no le ha servido para salir de esa mediocridad en la que por desgracia se ha instalado desde hace varios torneos.
Ciertamente no puede ser descartada la posibilidad de una sorpresa, pero mucho tendrían que mejorar las Chivas (o empeorar el América) para equilibrar en la práctica lo que tan disparejo luce en la teoría.
De cualquier forma, tanta es la distancia entre ambos equipos que ningún resultado alteraría sustancialmente las cosas.
Ni una derrota del América pondría en riesgo su entrada en la Liguilla, a la que podría llegar como principal candidato para quedarse con el título, ni una victoria del Guadalajara le permitiría salvar el torneo ni eludir el enésimo fracaso.
Por lo pronto, en el afán de atenuarlo, ante los sólidos argumentos que seguramente volverá a esgrimir el equipo americanista, las Chivas deberán tratar de oponer hoy cabal resistencia.
¿Tendrán con qué?
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