Al ver el espeso futbol que practicó el Monterrey sin los "pelones", un tuitero -con ironía- publicó: "El 'Profe' Cruz guardó a los titulares para darle prioridad al Clásico y la Copa".
Pasó un larguísimo mes, cuatro partidos de Liga y tres de Copa, para que el nuevo entrenador tuviera a su alcance todos los pedacitos que recibió esparcidos.
A José Guadalupe Cruz le ganó la tentación de alinear a todos aquellos que gozan las mieles de ser llamados titulares. Y como resultado, nos fumamos una replica de los últimos 47 partidos de la era Vucetich.
El hecho de incluir la palabra "retroceso" en su análisis del partido contra Pumas nos lo dice todo.
Hoy, entre los "pelones" y los consagrados sale sobrando preguntar: ¿Con quiénes se pierde con más dignidad?
Y con relación al tema, en el 2012, la profesora de Harvard Business School Anita Elberse, examinando el enfoque de la gestión de Sir Alex Ferguson, desarrolló un estudio de casos, de ésos que elabora ésta famosa y prestigiada institución.
¿Se pueden identificar los hábitos que permitieron su éxito y los principios que lo guiaron?
Entre las ocho lecciones del liderazgo Ferguson que el HBS detectó, sólo recapitulo su primera acción.
A su llegada a Manchester, en 1986, Ferguson se dedicó a crear una estructura de largo plazo mediante la modernización del programa formativo. Estableció dos centros de excelencia para desarrollar promesas con nueve años o más (Beckham, Giggs, Scholes y Neville), mismos que a la postre dieron la identidad que hoy goza el club.
Fue una gran apuesta al talento joven, sobre todo en un momento en que la idea predominante era, como un comentarista respetado dijo: "usted no puede ganar nada con los niños". Ferguson se acercó al proceso formativo sistemático. Él habla de la diferencia entre la construcción de un equipo, que es lo que la mayoría de los gerentes se concentran, contra la construcción de un club.
De esta manera fomentó un sentido de familia. "Si le das a los jóvenes su atención y la oportunidad de tener éxito, es increíble lo mucho que te sorprenderán. Los jóvenes jugadores realmente se convierten en el espíritu del club. El trabajo de un gerente, como el de un maestro, es inspirar a la gente a ser mejor. Darles una mejor capacidad técnica, hacerlos ganadores, que sean mejores personas y que puedan subsistir en cualquier actividad de la vida. Cuando usted le da a los jóvenes una oportunidad, se crea lealtad".
PD. "Lleva tiempo llegar a ser joven", Pablo Picasso.
Lo escrito, escrito está.
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