Para tratar de entender y justificar las designaciones para este fin de semana se tiene que especular que los encargados de las mismas hayan tenido que recurrir a una "tómbola", pues sólo así se entiende el por qué "descongelan" después de cuatro jornadas al debutante Roberto Ríos para Querétaro-Tigres, llegando a su tercer partido en el Máxima División, cuando bien pudieron repetir a Óscar Macías, que en las dos fechas anteriores lo hizo bien (Monterrey-Pachuca y Tigres-Puebla) y que bien pudiera enracharse y sucediera lo que con César Arturo Ramos en el torneo pasado.
Además, ya le dan juego Jorge Antonio Pérez, después de destrozar las reglas en Puebla-Toluca al retractarse del penal sancionado, dándole nada más el Clásico Tapatío. ¿Los parámetros no son iguales, verdad?, y con eso, ¿se generará competencia en el ámbito arbitral? ¡Cuidado!
Y qué decir cuando repiten a Marco Antonio Rodríguez llevando Veracruz-América, no obstante haber hecho una labor dispareja en León-Chivas, dejando en la cancha a Marco Fabián, quien abusó a la hora de repartir patadas.
No todo es negativo, ya que "paran" a Francisco Chacón, que en el Atlas-Veracruz inventó penales, influyendo en el marcador; y a Roberto García, que en Tijuana-Cruz Azul dio un concierto de silbatazos al sancionar 42 faltas y no usar las tarjetas debidas. Además repiten a Jorge Isaac Rojas, que lo hizo bien en América-Chiapas, dándole un juego que muchos quisieran: Cruz Azul-León; así como a Fernando Guerrero, que hizo buena labor en Toluca-Querétaro, mandándolo a Puebla-Tijuana, esperando que no se "acomode" porque con él difícilmente gana el visitante.
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