Vendedor de espejitos
 
Todo un encantador de serpientes resultó el técnico Jorge Sampaoli, quien con su exagerada labia logró lo impensable: engañar a cuanto argentino encontró a su paso para hacerles sentir que la albiceleste aspiraba a ganar la Copa del Mundo.

Hasta el presidente Mauricio Macri se creyó que Sampaoli era un sabio del futbol y que la selección albiceleste volvería a ser protagonista. Pero luego de ver la forma en que se le desmoronó el equipo y en que hasta consejos pedía a Leo Messi, los directivos bajaron el pulgar y sólo fue cuestión de días para que le dieran las gracias.

Desde que Argentina quedó fuera, varios nombres comenzaron a sonar. De entrada, la idea loca de llevar a Pep Guardiola sólo causó risa entre los que cortan el pastel, pues para la dirigencia es momento de mirar hacia los hombres de casa, los que se rompen la cabeza cada semana para darle gusto a la afición.

Aunque muchos quisieran ver a Diego Simeone, la realidad es que el actual DT del Atlético no está dispuesto a dejar los lujos y su estruendoso estilo de vida para entregarse a un trabajo más modesto (y más riesgoso).

Las baterías están enfocadas en Marcelo Gallardo, en volver a llamar a José Pekerman y ¿quién creen que ya llegó a Buenos Aires para meter su cuchara? Pues ni más ni menos que el representante de Matías Almeyda, que como no pudo hacer suficiente fuerza en México, pues ahora quiere sacar lo mejor de su repertorio para ver si con un poco de verso logra colocar al ex de Chivas.

 
 
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