Confieso que, a diferencia de la Conferencia Americana, donde el panorama a estas alturas parece mucho más claro, en la Conferencia Nacional veo muchas mayores dificultades para señalar a un favorito para conquistar el título divisional. Aun así, creo que al menos dos campeones divisionales del año anterior mantendrán la supremacía en su sector.

En la División Norte, los Empacadores de Green Bay siguen contando con Aaron Rodgers, un mariscal de campo que por sí solo los convierte no sólo en favoritos para pelear por la división, sino también en un serio aspirante a llegar lejos en la postemporada. Sin embargo, su salud es una gran interrogante, y la presencia de unos Vikingos plagados de talento, y con Kirk Cousins al mando de la ofensiva, complicará el panorama para el equipo de Mike McCarthy. Al final será una lucha muy cerrada, pero creo que Green Bay volverá a la cima con Rodgers sano y peleando por ser el MVP de la liga.

En la División Este, Filadelfia tiene algunos pendientes que resolver, pero sigue contando con la base de la escuadra que conquistó el Super Bowl. Tener a Nick Foles como suplente es un lujo que pocos pueden darse, sobre todo si consideramos que Carson Wentz no sólo debe estar listo para iniciar la campaña, sino que seguramente seguirá madurando y mejorando su rendimiento. Aunque Gigantes se ha reforzado de forma interesante y Dallas cuenta con un corredor de élite y una línea extraordinaria, los campeones volverán a ganar este sector para regresar a los playoffs.

En la División Oeste, la supremacía la habrán de disputar San Francisco y Los Ángeles. Estoy convencido que firmar a Jimmy Garoppolo fue una decisión correcta y me parece que los 49ers tienen talento de sobra para terminar con marca ganadora y, quizás, colarse a la postemporada como equipo comodín. Sin embargo, los Carneros están un paso adelante y, a pesar de algunos cambios radicales en la defensa, seguirán evolucionando favorablemente de la mano de Sean McVay.

Finalmente, la División Sur volverá a ser un sector muy competido, con Carolina, Nueva Orleans y Atlanta peleando palmo a palmo por el título, y los Bucaneros al menos un par de pasos atrás. Las Panteras tendrán que lidiar con la transición a un nuevo dueño, un detalle que de ninguna manera me parece menor. Los Santos, mientras tanto, quizás vayan a resentir la ausencia de Mark Ingram en la primera parte de la temporada. Finalmente, los Halcones, con Matt Ryan estrenando contrato, aprovecharán estas circunstancias para volver a ubicarse en la élite de la Conferencia y buscar la opción de jugar en casa el Super Bowl LIII.

 
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