"Alguna vez pensé en hacerme caricaturista de política porque sólo tendría que encontrar una buena idea al día. Luego pensé que sería mejor convertirme en comentarista deportivo porque ellos no tienen que encontrar ninguna".

Sam Snead, profesional de golf
 
 
El triunfo de la Selección Mexicana sobre Alemania revivió recuerdos de mis tiempos entrenando a Lorena Ochoa. La "vox pupuli" es la opinión de grupos de personas que expresan la forma en que creen que se deben hacer las cosas y, en algunos casos, tratan de imponerla; es parte de la profesión con que se tiene y debe lidiar cuando se dirigen los destinos de un proyecto. En mi caso recibí todo tipo de recomendaciones de cosas que debía hacer y también criticas porque no hacía lo que la vox populi expresaba.

Lo relaciono a lo que está viviendo Juan Carlos Osorio al dirigir a la Selección de futbol y al histórico partido contra Alemania, no sólo por el triunfo, sino la forma de jugar. Según Osorio, dijo que los jugadores habían seguido a la perfección "un plan". Ese "plan" seguro incluía todo lo hecho en la preparación de la Selección en los años que lleva dirigiendo, "un plan" donde la rotación de jugadores, tan criticada por la vox populi -incluyendo la mayoría de "expertos" en medios del futbol y de comunicación-, también estaba incrustada en esa creencia de quien tiene la responsabilidad de alcanzar una meta jamás alcanzada.

Osorio se atrevió a romper con los paradigmas del futbol en México, destrozó los esquemas de "satisfacer" a la vox populi y a no seguir el conocimiento que ha arrojado los resultados del pasado. Contra Alemania demostró que, para alcanzar resultados diferentes, hay que pensar y hacer las cosas de la forma necesaria para lograr las metas, y, en este caso, diferente a lo ya hecho. Lo que me pareció más increíble es que varios comentaristas han preferido defender el punto personal y no darle crédito al acierto de Osorio y los seleccionados.

Ojalá el resultado final de Mundial sea el que Osorio y los seleccionados están soñando y pensando en alcanzar para dejarnos una lección. La vox populi- es opinión, y muy respetable, mas no necesariamente hace el conocimiento requerido.

 
 
CAMPO PERFECTO
 
 
Después del fiasco de US Open el año pasado en Erin Hills, donde el score ganador fue de 16 bajo par, este año la United States Golf Association se sacó la espina y logró uno de los mejores Abiertos en años recientes.

La filosofía para el US Open es buscar que gané quien tenga mejor control personal y utilice bien la mayor variedad de golpes ante un campo donde se pueda "defender el valor del par de campo". Shinnecock Hills fue perfecto porque su extraordinario diseño permitió que la USGA propusiera un reto difícil a los profesionales.

Estamos acostumbrados a ver en los profesionales buen golf y show -así es el PGA Tour-, pero en el US Open las condiciones exponen cualquier inexactitud, en ocasiones aparenta ser injusto porque parecería que buenos golpes -mal elegidos- terminan en lugares equivocados, la realidad es que en el US Open lo importante es hacer menos golpes sin importar que en la tarjeta se gane con par de campo y haya scores altísimos entre los que quedan atrás. Bruce Keopka defendió con enorme mérito porque fue muy bueno y el mejor en todas las áreas del juego logrando hacer nada menos que uno sobre el par del campo.

Hasta el próximo green.

 
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