Amables aficionados: para el equipo de Nueva Inglaterra hay buenas noticias, malas noticias y realidades. Las buenas son que marchan con marca de 2-0; las malas, que han sido victorias horribles, y la realidad es que han tenido la gran fortuna de enfrentarse a los dos peores equipos de la división, comandados por mariscales novatos que abrían su primero y segundo juego, respectivamente, y que gracias a eso su defensiva pudo contenerlos para prevalecer de la forma más apurada.
Ahora se ve claramente que era iluso pensar que los Patriotas pudieran perder a sus 5 principales receptores y seguir aplastando ofensivamente como en la última década.
De sus alas cerradas, Rob Gronkowski sigue inactivo por sus lesiones y Aaron Hernández está en la cárcel esperando juicio, Danny Woodhead partió a San Diego, Brandon Lloyd fue dado de baja y en la peor decisión de todas, a Wes Welker se le permitió partir y ahora con Denver les hará arrepentirse grandemente de esa omisión.
Julian Edelman, el sexto receptor del año pasado, es ahora el número 1. El único reemplazo que firmaron, Danny Amendola, que iguala a Welker en eficiencia pero que carga consigo una historia frecuente de lesiones, duró solo un partido y se dice que su recuperación tardará de 4 a 6 semanas.
Los receptores novatos que participaron en el atroz partido del jueves contra los Jets, Aaron Dobson y Kenbrell Thompkins, se la pasaron soltando balones y equivocándose constantemente en sus rutas, con la consiguiente frustración de un Tom Brady encaminado a tener los peores números de su carrera.
Valga un ejemplo, en dos partidos jugados Brady suma 470 yardas aéreas, solamente 8 y 20 arriba de Peyton y Eli Manning, que solo han jugado uno.
No hay relevo en el horizonte para este equipo que acostumbraba arrollar a sus oponentes. Se espera que Gronkowski regrese en un par de semanas, faltando ver cuánto le toma recuperar su ritmo y recordando que es otro jugador que nunca ha podido terminar una campaña completa debido a lesiones, y Amendola, como les decía, quizá para finales de octubre.
Por ende, no obstante que su defensa ha mejorado, tienen muy pocas armas para enfrentarse a equipos como Atlanta, Cincinnati, Nueva Orleans, Denver, Houston, y Baltimore. Irónicamente, probablemente les alcance la pólvora para ganar su débil división y meterse al Playoff, pero una vez ahí, solamente si Gronkowski y Amendola están sanos y al menos uno de los receptores novatos dan el estirón, podrán ser competitivos.
Por ahora, hacemos una pausa...
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