Mañana saldrán los dos finalistas... aunque a uno podríamos apuntarlo desde hoy.

En su cancha, el Toluca tratará de confirmar su condición de número 1 y remontar, o por lo menos igualar, el 2-1 que le endilgaron los eficientes y combativos Xolos.

Y en la cancha del Estadio Azteca, unas horas después, el encarrerado Santos Laguna intentará, y seguramente logrará, redondear la tarea que realizó en su casa al zarandear 4-1 al supuestamente poderoso América.

Para ponerlo en números, diríamos que la escuadra lagunera tiene más o menos 90% de probabilidades de instalarse en la Final. Los Xolos 56, el Toluca 44 y el América 10.

Pero mientras surgen ambos finalistas, los federativos le dan rienda suelta a sus tradicionales enjuagues.

Ahora, los inefables hombres de pantalón largo se han entregado con descarada alegría a la tarea de venderle al mejor postor una franquicia de Primera División que decidieron dejar vacante.

Vulnerando así los intereses de los Lobos BUAP, quienes con el reglamento en la mano, pero también con su buena dosis de desvergüenza, se muestran dispuestos a recuperar con lana lo que en las canchas perdieron.

Pero vulnerando, sobre todo, los derechos de unos Cafetaleros de Tapachula que están a punto (si esta noche los Alebrijes de Oaxaca no dicen otra cosa) de conseguir el ascenso al Máximo Circuito donde los ascensos deben conseguirse: en la cancha.

Por un lado, los centaveros dirigentes se atienen a su acomodaticio "reglamento" para impedir que los Cafetaleros o los Alebrijes asciendan, hagan lo que hagan de aquí a tres meses para cubrir los debidos requisitos.

Y por el otro, se brincan ese mismo reglamento para no aceptar el dinero de los Lobos (cantidad de 120 millones de pesos previamente estipulada), para así recibir más lana por otro lado y favorecer a alguno de los suyos.

Descaro de pantalón largo y reglamento al gusto.

 
 
Twitter: @rgomezjunco