"Éxito es el resultado de pequeñas mejorías en el nivel de aspiración y expectativa"
 
Jack Nicklaus, golfista profesional
 
 
Vivimos en un medio ambiente donde escuchar malas noticias y eventos fatídicos se está haciendo costumbre, y donde cada vez es más raro darle la importancia al progreso y a los buenos acontecimientos.

La semana pasada estuve en Cancún con motivo del torneo Nacional Juvenil, y de verdad es un descanso vivir tanto tan bonito, ver esa cantidad de niños y niñas, y sus familias, haciendo esfuerzos sin precedente por sentirse ser alguien en la vida del golf de competencia.

El torneo que sirve para identificar a los mejores de la semana y para portar el título de campeón nacional por un año en las diferentes categorías, desde los siete hasta los 18 años en ambas ramas, también ha tomado una dimensión muy diferente y adecuada.

El Comité de Torneos de la Federación Mexicana de Golf (FMG) ha cambiado la forma de hacer este tipo de certámenes pasando de una organización casual (hace años) a una profesional, anteponiendo ante todo la formalidad (emblema de nuestro deporte).

Tan sólo en el área de Jueces de Reglas, el torneo contó con tres jueces por cada uno de los dos campos usados. Estos jueces son personas voluntarias que regalan su tiempo en beneficio del golf y que se han preparado en la muy difícil tarea de aprender la Reglas del Juego y su aplicación.

En otra área que el Nacional Juvenil ha mejorado es en el reto que enfrentan los jugadores en el campo. Si bien, en el pasado, la tendencia era hacerles jugar campos cortos y fáciles, ahora la categoría mayor (14-18 años) jugó a más de 7 mil 300 yardas, o sea distancias similares a las que juegan los profesionales. Esta decisión ayuda mucho a que los jóvenes conozcan un verdadero nivel y vayan acostumbrándose a lo que se tendrían que enfrentar en torneos internacionales. Por cierto, durante la rueda de prensa, se dio un dato muy interesante, el año pasado hubo al menos 261 representaciones de infantiles y juveniles en torneos internacionales, marcando una tendencia clara por el interés de llevar el golf mexicano más allá de las fronteras. Se dice fácil, pero no sé de muchos otros deportes de forma individual en que nuestro País logren tanta posibilidad e interés por competir más allá de las fronteras, por lo que esta tendencia asegura un buen crecimiento y la posibilidad de seguir formando dignos competidores.

Por eso digo una cosa, en nuestra sociedad deberíamos proponernos a hacer que los buenos acontecimientos y aciertos de la sociedad (los birdies) sean los que hagan más ruido y permeen entre nosotros. El golf nos puede enseñar mucho a vivir mejor.

Hasta el próximo green.

 

 

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