La actual Champions League arrojó ayer a sus dos primeros semifinalistas y hoy arrojará a los otros dos.

Con todo merecimiento, el Liverpool se instaló inesperadamente en las Semifinales, con un apabullante 5-1 en el marcador global sobre el Manchester City.

Inesperado por lo que había hecho en la ida, en los primeros 90 minutos, cuando con aquel 3-0 había dejado al adversario a punto de esa eliminación que ayer sólo se encargó de hacer oficial endilgándole a domicilio un 2-1 extra.

Pero si lo de ayer en cancha del ya sentenciado equipo de Guardiola transcurrió más o menos dentro de lo previsto, lo sucedido en el Olímpico de Roma no pudo haber sido incluido ni siquiera en la más descabellada de las predicciones.

El peor Barcelona en muchos años le abrió con su desconcertante actuación la posibilidad a la Roma de ir gestando la que acabó por cristalizar como una de sus máximas hazañas.

Más que dispuesta a dar el partido de su vida, la escuadra romana sólo necesitaba que la catalana ofreciera uno de los peores en su historia; y el Barsa, generosa y vergonzosamente lo ofreció.

Así surgieron los dos primeros semifinalistas, uno más sorprendente que el otro.

Ayer, inesperadamente el Liverpool a costillas del Manchester City e increíblemente la Roma sobre el Barcelona; y según dicen las probabilidades, hoy el Real Madrid sobre la Juventus y el Bayern Múnich sobre el Sevilla (¿95-5 y 80-20?).

Unas probabilidades, por supuesto, similares a las que ayer destrozó con su convicción la Roma con la vergonzosa complicidad de los blaugrana.

Como el Real Madrid es, entre otras cosas, uno de los equipos capaces de experimentar en cabeza ajena, puede darse por hecho que hoy no le concederá a la Juve el menor espacio para la recuperación, y que el festejo merengue continuará al instalarse como semifinalista y consolidarse como el principal candidato al título... que sería el tercero consecutivo.

¿Habrá quien se lo impida?

 
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