"Emociona siempre jugar en el campeonato nacional de tu país, jugué muy bien y no me puedo quejar".
Juan Pablo Hernández, golfista profesional El Abierto Mexicano de Golf es el torneo que identifica al campeón nacional y es el más antiguo dentro del golf de paga. Podríamos decir que no es el más importante en el territorio porque han llegado torneos con mejor field en los últimos años a partir de que el PGA Tour encontró en México buen territorio de expansión. En el Abierto jugado la semana pasada no estuvieron los mejores del mundo como alguna vez sucedió, pero también porque el Abierto no ha encontrado una identidad para afiliarse a una gira de mayor trascendencia. El Abierto ha sido en los últimos años parte del PGA Tour Latinoamérica, también estuvo antes en el calendario de la Web.com Tour, y en otras ocasiones se realizó como un torneo independiente que reclutaba jugadores estrellas.
La semana pasada se jugó la edición 59 en el Club Campestre de Tijuana. Ahora como parte de una gira bien establecida, respaldada por jugadores en ascenso en buscan dar el salto a otros circuitos y que mostraron un gran juego tal como quedó plasmado, porque simplemente la calidad y cantidad de jugadores de buen nivel no tiene fronteras ni apellidos. El torneo fue ganado por Austin Smotherman, de California, quien hasta la semana pasada era desconocido en las giras, pero que logró hacerle un score de 18 debajo de par al Campestre.
También vemos cómo la calidad de jugadores mexicanos va en aumento, pues en esta ocasión fue Juan Pablo Hernández quien dio la cara al terminar en segundo a cuatro golpes del campeón. Hernández tenía un estatus condicional en la gira, pero con este resultado ya podrá jugar de tiempo completo y aspirar a ser uno de los cinco mejores que avanzarán al Web.com Tour. El amateur Álvaro Ortiz terminó en el lugar 21.
Y hablando de cantidad de jugadores mexicanos jugando en giras importantes, hay que sumar a los 28 profesionales y buenos amateurs en el Abierto, otros cuatro más que jugaron el fin de semana en el Web.com, (Carlos Ortiz terminó lugar 11); dos más que lo hicieron en el PGA Tour (Abraham Ancer terminó lugar 13), y uno en la Champions, Esteban Toledo reapareció y finalizó en lugar 38.
Con estos indicativos queda claro que el golf mexicano va en ascenso. Mientras más éxito sucede en el golf de alta competencia, más crece el interés en el golf social y la industria en general. Cada vez que el golf está más cerca de más mexicanos, es tiempo de que la Federación Mexicana de Golf posicione al Abierto con una identidad fuerte y en una gira más relevante en el golf a nivel mundial.
Hasta el próximo green.
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