A un triunfo de tres a cero no se le pide nada.

Pero a un rival incompleto si se le puede reclamar como lo hace Juan Carlos Osorio.

Los partidos de esta fecha FIFA en particular deben ofrecer la mayor exigencia posible. Son ensayos cercanos a la hora cero en la que todos deberían tener las mismas intenciones.

Pero a Croacia, uno de los países más exportadores del Viejo Continente, le habrán reclamado sus clubes a los jugadores que han sido liberados. El cierre de las campañas europeas será durísimo y así como a la Federación Mexicana le piden moderación cuando se juntan dos partidos en una semana para no usar a tope a ciertos convocados, al rival de mañana le sucedió lo mismo.

Lo de Islandia, el viernes, fue bueno por varios motivos, pero la resistencia fue mayor que lo insinuado por un marcador que terminó siendo tan amplio.

Los indicadores lo demuestran: Golstats contó diez disparos de México por nueve de los nórdicos, pero con mayor efectividad: a la puerta de Corona -salvador en varios lances- llegaron siete (70 por ciento) por cinco que acertaron futbolistas mexicanos (55 por ciento).

De ellos, al Tri le dispararon cuatro veces dentro del área -demasiado- a cambio de uno.

La buena noticia, además del triunfo, es que los de Osorio se atrevieron a disparar desde afuera del área más que nunca: siete veces, acertando cuatro.

Islandia mandó más centros, México no acertó un solo tiro de esquina y sus cinco tiros libres fueron cobrados en corto.

Los números indican un comportamiento, más allá de que puedan ser interpretados y justificados de diferentes maneras.

Así como Corea tuvo el doble de posesión de balón frente a Irlanda en su amistoso del sábado, terminó perdiendo dos a uno pese a un dominio revelador de varias fases del juego. No es adversario que debamos dar por descontado en el Mundial: es un buen adversario sin duda.

A Osorio le tocará, junto a su equipo, hacerlo de la mejor manera en el espectacular estadio de Los Vaqueros con lo que tiene y con lo que dejó ir el adversario.

No tener un rival molero en Arlington es una chulada, aunque los croatas le pongan agua a los frijoles por circunstancias ya explicadas.

Será más duro que Islandia y servirá para mejorar aún la actuación anterior. Por lo menos esa es la intención.

 
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