¡Teléfono!
Qué lejos están aquellas épocas en las que Jorge Vergara y su equipo de confianza se desplazaban en un poderoso Boeing Ejecutivo 737 adaptado para 37 plazas, con recámara, sala, color chiclamino y sin una patinada de mosca.
Los años de esos viajes delux que trasladaban a personalidades como Shakira, Sofía Vergara, Mariah Carey y Elías Uribe "El Terry" han quedado atrás, y para muestra lo ocurrido el viernes.
En un vuelo de la aerolínea de bajo costo TAR se desplazaron José Luis Higuera y Amaury Vergara a Toluca para llegar puntuales a la Asamblea Ordinaria de Dueños en la que Televisa le cedió el control de la FMF a Televisa, bajo la supervisión de Televisa y con el visto bueno de Televisa.
El "Tío" Higuera debe traer muchos pendientes en la cabeza porque olvidó su iPhone 5 con un protector alusivo a las Chivas en el asiento que ocupó en el avión.
Para su buena fortuna, se topó con un ciudadano honesto y servicial, que lo recogió y fue a buscar al olvidadizo.
Al llegar al camioncito que los traslada del avión a la terminal, este buen hombre gritó: "¿De quién es este celular?". Y cuál va siendo su sorpresa que levantó la mano el mismísimo CEO de las Chivas. De haber sabido, antes le echo una mirada ¿se imaginan los secretos que debe haber en ese chip?
Lo que me quedé reflexionando es que con un iPhone 5 a lo mejor ya no corre adecuadamente la aplicación de Twitter y por eso el "Tío" ha estado tan ausente de esta red social.
Fuera de lugar Antes de entrar en materia, entiendo que los aficionados del muy golpeado, traqueteado y humillado Atlas están envueltos en furia y mucho malestar, pero... desde luego que hay formas de expresar su enojo.
Algunos seguidores, a través de Twitter, han reventado a Ricardo Salinas Pliego y a Gustavo Guzmán; otros, en medio de su queja proponen cosas y todo esto es válido, pues no pasa a mayores.
Pero lo que sí es muy criticable es lo que pasó el viernes después de la derrota a manos del hermano Morelia, cuando algunos que se dicen aficionados de los Zorros apedrearon el autobús donde los futbolistas venían de regreso a la Ciudad.
El enojo de estos barbajanes sacó mucho de onda al plantel, pues sus integrantes creían que lo hecho en la cancha del Estadio Morelos era lo mejor bajo la gestión de Rubén Omar Romano, quien, por supuesto, también se quedó muy pensativo.
Bajo ninguna perspectiva su servilleta considera que actos violentos pueden justificarse y menos cuando el País en temas de seguridad está muy dolido.
Claro que lo que han hecho los Rojinegros dentro de la cancha está para llorar, pero venga, ese tipo de actos vandálicos no creo que ayude mucho.
Luego de la derrota frente al Monterrey también publicaron amenazas de muerte contra el presidente Guzmán, situación que es muy lamentable.
Por cierto, a ocho fechas de que concluya la fase regular de la Liga, los Rojinegros le sacan 8 puntos al Veracruz.
¿Y la atención?
Qué especiales salieron los americanistas a su llegada a tierras tapatías el viernes.
El primer acto de la descortesía se dio en el aeropuerto, cuando la directiva pidió a los policías que pusieran una valla para mantener alejados a los aficionados, quesque porque tenían mucha prisa de llegar a su hotel.
En la terminar aérea, se hizo un tremendo desorden y sólo entorpecieron la salida -ya de por sí caótica- del resto de personas.
¿No hubiera sido más fácil salir por una puerta trasera?
El segundo acto fue en el hotel, cuando los policías cerraron la calle por donde iba a llegar el autobús americanista una hora antes del arribo y le pidieron al chofer que se estacionara lo más pegado a la puerta de evacuación, otra vez, para evitar a toda costa a los seguidores que tenían ahí algunas horas. Ya ni la amuelan.
Aún con la multitud que los esperaba afuera del hotel, ni los jugadores ni el cuerpo técnico salieron mínimo a saludar o agradecer su presencia.
¿Les costaba mucho?
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